Laura Acuña, tras una sólida carrera en los medios, se convirtió en una de las presentadoras más comentadas y reconocidas de la televisión colombiana, debido a su extensa trayectoria en espacios de noticias y entretenimiento.
La santandereana obtuvo bastante reconocimiento con su trabajo y talento, robándose las miradas de miles de personas que la vieron crecer en la pantalla chica.
La bumanguesa también logró catapultarse en otros espacios, conquistando con formatos diferentes y únicos en las plataformas digitales, las cuales reunieron a sus fieles seguidores. Este fue el caso de su proyecto ‘La sala de Laura Acuña’, donde recibe a todo tipo de famosos y celebridades, presentando entrevistas graciosas y emotivas.
Sin embargo, más allá de su profesión, varias personas conectaron con Laura Acuña en espacios más personales e íntimos, pues la celebridad abrió su corazón y plasmó una faceta sensible y emocional en redes sociales. La presentadora decide qué temas compartir en estos escenarios, empatizando con los curiosos y fanáticos y fue así como confesó un duro momento de su vida.
Hace poco, Laura Acuña fue una de las invitadas al programa que está realizando la presentadora Carolina Cruz para hablar de temas relacionados con la familia, la maternidad y la mujer. Allí, Acuña dio detalles de las dificultades con las que se enfrentó para quedar embarazada de sus dos hijos, Nicolás y Helena. Fue así como Laura comentó que en los primeros años de matrimonio, ella y su esposo, el empresario Rodrigo Kling, acordaron no tener hijos por razones laborales y económicas.
Sin embargo, en ese tiempo a Laura el médico le dijo que sufría de endometriosis grado 4 y que esta enfermedad le impedía tener hijos. La presentadora asegura que la noticia del impedimento de formar una familia “Fue como un balde de agua fría” y allí empezó a recurrir a diferentes tratamientos y ayudas con el fin de quedar embarazada, pues fue un largo proceso de cuatro años de intentar sin lograr quedar encinta.
Con el paso de los años, el sueño de Laura se cumplió y por fin quedó embarazada de Helena y posteriormente de Nicolás. Laura todavía recuerda estos momentos como los años más desafiantes de su vida por no saber si en algún momento la prueba de embarazo iba a dejar de ser negativa. Pero ahora, varios años después de lo sucedido, comenta con agradecimiento que era una prueba y que “para Dios no hay nada imposible y llegan cuando uno está preparado”.
Además de esto, Acuña confesó que se sintió en guerra con Dios, pues se preguntaba si ella había hecho algo mal en la vida como para no poder quedar embarazada: “En algún momento sentía que me estaba castigando, decía yo qué he hecho para no poder tener hijos o sea yo qué he hecho para no merecerme este regalo”.
En medio de la entrevista con su colega Carolina Cruz, Acuña no dudó en comentar que agradece a la vida por sus hijos y que nunca se habría podido imaginar un amor como el de ellos. “Son el centro de la vida, yo dejaría lo que fuera por estar con mis hijos, sin ningún remordimiento”.
Además, aseguró que la crianza de Helena fue diferente a la de Nicolás, ya que con el primero las mamás suelen ser más prevenidas y estar encima del bebé, mientras que con el segundo, y con una hermana mayor, las mujeres se “relajan un poco más” y ya saben cómo sobrellevar situaciones.
“Helena era como una porcelana, todos encima de ella que no se cayera, en función de ella todo el tiempo pero con Nicolás no”, sostuvo Laura Acuña.