Margalida Castro nació en San Gil, Santander, en 1942, inició su carrera artística en el año de 1967 en la serie La tercera palabra, dirigida por Bernardo Romero Lozano. Desde ese momento, su talento y carisma la llevaron a interpretar numerosos personajes en novelas, series y películas.
Su trayectoria de más de 60 años en la industria del entretenimiento colombiano la convirtió en una figura emblemática y trascendental de la pantalla chica. Sin embargo, Margalida no solo se destacó por su habilidad para dar vida a personajes complejos y extraños, sino por su capacidad para conectar con los televidentes, con el público.
A lo largo de su carrera, la colombiana recibió numerosos premios y reconocimientos, incluyendo el Premio Víctor Nieto a toda una vida en el año 2013. Su legado no solo se mide en premios, también en el impacto duradero que tuvo en la cultura popular y en la vida de quienes pudieron disfrutar cada una de sus interpretaciones.
Uno de los personajes más recordados de Margalida Castro es Sussy Borda de Lavalle en la telenovela Gallito Ramírez. Este papel le valió el Premio India Catalina a Mejor Actriz de Reparto y consolidó su fama a nivel nacional. Sussy Borda era una mujer fuerte y decidida, y supo darle una profundidad y humanidad que resonaron con el público.
Asimismo, el personaje de Doña Custodia en Dulce ave negra se ganó el corazón de los televidentes. Su actuación en esta telenovela fue aclamada por la crítica y el público, y es recordada como una de sus mejores interpretaciones. Este papel se encargaba de darle vida a una mujer sabia y bondadosa, y con él Castro logró transmitir todas esas cualidades con su actuación.
La colombiana, a lo largo de su carrera, también les dio vida a varios antagónicos, pero su personaje de Heraclia de Santiño en Rauzán en los años 2000 y 2001, mostró la versatilidad de Margalida para interpretar roles complejos y oscuros, pues este papel fue crucial en la trama de la telenovela.
En los últimos años de su carrera, Castro continuó demostrando su talento y versatilidad con personajes que dejaron huella en la memoria de todos los televidentes, como lo fue Úrsula Lacouture en Chepe Fortuna. Este papel le permitió mostrar su talento para la comedia y su capacidad para crear personajes cómicos.
Uno de sus últimos roles fue el de Carmenza en la telenovela Tía Alison del canal RCN. En esta producción, reiteró su compromiso con cada papel que asume.
Margalida Castro dejó una marca indeleble en el cine y la televisión colombiana, inspirando a nuevas generaciones de artistas con su entrega y amor por la actuación. Su legado se mantendrá vivo en la memoria de quienes tuvieron el honor de disfrutar de su talento. A sus 82 años, su partida representa una gran pérdida para el mundo del entretenimiento, aunque sus icónicos personajes seguirán siendo recordados con cariño por sus admiradores.
La influencia de la actriz trascendió las pantallas, convirtiéndose en un símbolo cultural en Colombia. Su compromiso con el arte y su habilidad para conectar con la audiencia la consolidaron como una figura entrañable y admirada. Más allá de ser una actriz destacada, utilizó su posición para fomentar la cultura y las artes en el país, dejando un impacto duradero en la cultura colombiana.