Cuando se supo del divorcio de la cantante y su esposo Sam Asghari, se rumoró que una de las razones de la ruptura sería el romance que ella sostendría con un empleado de su casa. Ahora, el New York Post dice que no ha podido confirmar el romance como detonante del divorcio, pero sí que ella tiene un enamorado con un pasado criminal importante.
Así se lo reveló al periódico una fuente cercana a ella, de acuerdo con la cual el hombre se llama Paul Richard Soliz, de 37 años, quien fue contratado hace un año por Spears para “limpiar los baños, trapear el piso y sacar la basura”.
Sin embargo, con el paso de los días, estalló entre La princesita del pop y su trabajador una pasión que, al decir del informante, es preocupante.
Soliz, asegura el infidente, fue contratado en la mansión de Spears sin que su pasado fuera investigado, lo cual, tal vez, hubiera evitado que se integrara a equipo de la casa, pues tiene un prontuario de antecedentes penales.
Así lo determinó una investigación que hizo el Post, de acuerdo con la cual él ha sido imputado por diversos delitos. El tabloide asegura haber encontrado reportes desde 2014, cuando fue hallado culpable por un cargo de perturbación de la paz.
También fue acusado de poner a un niño en peligro, lo cual fue desestimado en la corte porque él llegó a un acuerdo extrajudicial.
Las pesquisas del diario en archivos legales también arrojaron que, hace siete años, Soliz fue condenado por conducir sin licencia. En ese mismo caso imputado por conducir con una licencia vencida, pero el cargo fue suspendido debido también a un acuerdo con la fiscalía.
Cuando ya trabajaba para la conocida artista, Soliz seguía delinquiendo, pues, en diciembre del año pasado fue convicto por posesión de un arma de fuego, un delito más grave. Las fuentes del Post también le contaron que, aunque el aseador fue despedido de su casa, Britney sigue empeñada en el romance y que no lo oculta para nada.
Aunque no se ha confirmado, Soliz podría ser el hombre misterioso con quien ella ha sido vista en al menos dos ocasiones. La primera cuando ambos estaban comprando comida en un restaurante, a la media noche, y la otra en un café Starbucks.
Otros amigos de la artista afirman que, a raíz del divorcio, ella se ha apartado de su familia y amigos, de modo que no sería raro que estuviera buscando compañía y apoyo en Soliz.
La única persona que es realmente cercana a ella en este momento es su hermano, Bryan Spears, quien además es su abogado y una de las poquísimas personas en las que ella confía.
Él es una presencia constante en su casa y en su vida, al punto que la ha ayudado a ponerse en manos de un terapeuta que le ayuda a lidiar con las heridas emocionales que le habría dejado el matrimonio.
En cuanto al divorcio, han salido a la luz las pretensiones de Asghari de reclamar una pensión conyugal, a pesar de que los dos firmaron un acuerdo prenupcial que estipula que, en caso de divorcio, los dos se quedan con lo que tenían antes y después de su boda en junio del año pasado. El contrato dice además que ninguno le debe pensión de ninguna índole al otro.
Al parecer, el equipo legal del actor y modelo querría hacer la solicitud bajo argumentos que lo justificarían, pero fuentes también allegadas a ella, basadas en sus abogados, le han dicho al Post que él no se llevará ni un solo centavo de su fortuna, valorada entre 60 y 70 millones de dólares.