Su nombre es Valeria. Tiene 14 años y cursa noveno grado en el Centro Educacional Conquistadores, en la ciudad de Medellín. Su hogar está conformado por Viviana -su mamá- y sus abuelos. Su jornada estudiantil empieza a las 7 de la mañana y culmina a las 12 del día, cuando Viviana la recoge. “Valeria es la mejor en las materias de su curso y la mejor en inglés del colegio”, cuenta Viviana mientras va con su hija camino a un restaurante para almorzar. La relación que ellas comparten es especial, y cualquier espectador puede darse cuenta a simple vista. Pareciera que el vínculo que las une está soldado con un amor y una entrega indestructibles. Sonreír sin importar las condicionesVale, como le dicen sus allegados, ha pasado por múltiples tratamientos. Terapias físicas, ocupacionales y de lenguaje; visitas al neurólogo, psiquiatra, oftalmólogo, nefrólogo y varios especialistas más han hecho parte de su agenda a raíz de la parálisis cerebral.Pero esta no es condición alguna para evitar que sea una chica feliz y soñadora. “Con todo lo que ha pasado de cirugías y dificultades en el tema de inclusión es una niña que se le ocurren unos sueños que uno no alcanza a dimensionar”, expresa su mamá. Para Viviana, su pequeña es la persona más fuerte en el planeta Tierra y la más idealista. “Eso me hace ver que su mente y su corazón no tienen límites”, comenta.Le recomendamos: "Morir es el camino fácil", héroe CNN rechaza la eutanasia infantilAl conocerla, ella saluda y se despide con un abrazo. Sea la persona que sea, de manera indiscriminada. Según cuenta Viviana, Valeria en ningún momento se ha quejado por su situación. “No ha estado con psicología porque nunca ha tenido problema con su discapacidad”, relata Viviana. “Lo que más le ha causado dificultad es cómo la mira la gente”, agrega. El año pasado, en una entrevista Valeria hizo una invitación abierta: a que las personas no miren feo a quienes tienen una condición diferente.
Sus pasatiempos favoritosEn sus tiempos libres disfruta de ver televisión, le encantan las caricaturas y los programas de cocina. Y es de gustos bien selectos. Su comida favorita es el pescado, particularmente el sushi “por las texturas, sabores e ingredientes con los que lo preparan”, explica ella misma.La cultura japonesa es su favorita. La descubrió por internet gracias a su tablet, la que podría llamarse su herramienta amiga para saciar su sed de curiosidad. A través de ella ve anime y videos que explican los mitos y tradiciones de Japón. Los tutoriales sobre preparación de comida japonesa hacen parte también de su historial de búsqueda. A pesar de que por su dificultad motora no se anima mucho a preparar los alimentos, es toda una enciclopedia en cuanto a culinaria nipona se trata: es capaz de identificar ingredientes. “Me gusta mucho la cocina porque me provee una experiencia muy buena el comer y el sentir las texturas”, manifiesta Valeria. Curiosamente, cuando era pequeña la parálisis cerebral le generó bastantes problemas tanto con el alimento como con las texturas. Pero ahora eso es precisamente lo que más le gusta.Puede leer: La inspiradora historia del primer parapléjico que llega al campo base del EverestCatar sushi: un sueño que ya se está materializandoCuando se le pregunta a Valeria qué quiere ser “cuando sea grande” responde que le gustaría ser artista o dedicarse a algo que mezcle la comida y la cultura japonesa. Dentro de sus opciones se encuentra el ser catadora de sushi.Esta semana, en medio del popular Sushi Máster (un evento desarrollado en 5 ciudades del país donde los mejores restaurantes ofrecen sus productos a un mismo precio con el fin de que los comensales asistan a todos y los califiquen) Vale se convirtió en crítica gastronómica.Decidida a participar, Valeria le pidió a su mamá que asistieran a uno de los restaurantes miembros del evento. Por ello, Viviana escribió a Tulio Recomienda -un reconocido bloguero colombiano por sus apreciaciones culinarias- para que le contara qué restaurantes cuentan con facilidades para ingresar con silla de ruedas.Antes de que el crítico pudiera responder, recibió el siguiente mensaje:Tulio. Te cuento que hoy nos arriesgamos a ir a uno de los lugares participantes en Medellín y, aunque no era accesible, los empleados cargaron a mi hija para que pudiera entrar. Te envío las fotos, porque ella piensa ser, algún día, una crítica gastronómica como tú... quiero darte las gracias por varias cosas: Gracias por motivarla a ser como tú. Ella ama aprender sobre cocina en su tablet y la cultura japonesa es su favorita.
Gracias por hacer posible esto.... aunque tal vez no podamos ir a más lugares, hoy nos sentimos de maravilla participando y ella mucho más que yo…
Y Tulio decidió hacer pública su historia.
Desde entonces, Valeria ha opinado sobre cada uno de los rollos que ha probado. Las publicaciones con sus críticas cuentan con cientos de likes y en ellas habla como toda una experta.Le sugerimos: La conmovedora escena que paralizó la entrada a un centro comercial de Yopal“Lo recomiendo para amantes de la tempura, crocante por fuera y suave por dentro. Ligeramente dulce y con una textura de burbujas...será por el caviar?”, “Con salsa dulce, salmón suavecito y con el limón que lo hace levemente ácido. El ajonjoli le aporta una buena esencia”, son algunos de sus comentarios. A sus cortos 14 años, ya es una catadora de este alimento.