La cantante estadounidense Cardi B está que no se cambia por nadie, luego de que un juez de Santa Ana, California, fallara a su favor en la batalla legal que llevaba luchando desde hace cuatro años por la carátula de su disco ‘Gangsta Bitch Music, Vol. 1′.

Kevin Michael Brophy fue el hombre que demandó a la rapera, porque el tatuaje que lleva en su espalda es el que pusieron en la portada del disco, que muestra a un hombre de espaldas con dicho gráfico en su piel mientras le hace sexo oral a la cantante, que se está tomando una cerveza mientras mira fijamente a la cámara.

A partir de ese momento, Brophy alega que se usó su imagen sin autorización y demandó a la cantante por 5 millones de dólares, alegando ante una corte federal en el sur de California que se violaban los derechos de autor del tatuaje y dicha portada le estaba generando problemas en su vida, como estrés y conflictos graves con su esposa, quien en primer lugar creyó que Kevin era el modelo de la portada.

Además, el mismo Kevin consideraba su tatuaje como “una obra de Miguel Ángel”, pero desde el momento que vio la portada de Cardi ya no lo puede ni ver, pues lo percibe como “obsceno y repugnante… Ahora esa imagen se siente devaluada. Me siento robado. Me siento completamente ignorado. Hay muchas cosas en las que me gustaría pasar el tiempo. Pero la única manera de hacer que esto sea removido es venir a esta corte”, tal como comentó a medios de comunicación años atrás.

Por su parte, en esa época Cardi B, cuyo nombre real es Belcalis Marlenis Almanzar, rechazó las acusaciones diciendo que el artista que realizó el montaje solo había usado una porción “pequeña del tatuaje” sin consultarlo con ella, además de alabar el trabajo del artista final de la portada completa, Timm Gooden, y declarar su obra como “transformadora” de la imagen de Brophy.

Peter Anderson, abogado de la intérprete de I Like it, arremetió dejando claro que el modelo que se usó para la portada no tenía tatuajes en el cuello como los tiene Kevin y añadió que el rostro de Brophy no estaba en el álbum, por lo cual no tienen nada que ver con él.

Finalmente, los años pasaron y luego de un juicio que duró 4 días, en el que brilló el trabajo de los dos equipos de abogados, tanto el del acusador como el de la defensa, el triunfo fue para la cantante, pues el jurado dictaminó que la portada del álbum de Cardi no arrojaba una luz falsa sobre Brophy ni constituía una apropiación indebida de su imagen.

La cantante se pronunció de inmediato a través de su cuenta de Twitter con palabras de alegría y gozo. “Acabo de ganar esta demanda. Estoy tan emocionada en este momento. Quiero besar los pies de Dios ya mismo. Estoy más que agradecida”, se lee en el perfil oficial de la cantante, que ya acumula más de 103 mil likes y más de seis mil retuits.

Esta reacción de la cantante no es gratis, pues ella misma había reconocido ante medios de comunicación estadounidense que estaba nerviosa con el proceso, porque, aunque confiaba mucho en su equipo de abogados, le daba crédito a su contraparte con todas las pruebas que presentaron, tal como se ve en las declaraciones que dio para TMZ, donde también agradeció al juez y a los jurados que participaron en el juicio.

Además, la cantante había mencionado que planeaba maldecir a Brophy si ganaba, pero ahora que puede saborear el triunfo, dice que no tiene el corazón para hacerlo y, en cambio, le desea lo mejor.