A seis años de la muerte del cantante Alberto Aguilera Valadez, mejor conocido como Juan Gabriel, este viernes 14 de enero revelaron en México un dosier con sorprendentes datos del espionaje que le hizo durante 20 años el Gobierno de México a esta celebridad de las rancheras.
En un expediente que publicó el diario El Universal, de México, se asegura que la Dirección Federal de Seguridad (DFS) de México espió por dos décadas a Juan Gabriel. Precisa el documento que durante la década de los setenta y los ochenta esta dirección del Gobierno mexicano destinó recursos públicos para investigar a Juan Gabriel en todos los aspectos de su vida, tanto los relativos a su patrimonio o a sus antecedentes penales, como su vida íntima.
Una parte de las revelaciones del espionaje se centró en la vida personal del ‘Divo de Juárez’. Así, se detalla que Juan Gabriel mantuvo “relaciones íntimas” con sus dos compañeros de celda durante su detención en la cárcel de Lecumberri, en el año 1970, por los delitos de robo y daños en propiedad ajena.
Asimismo se reveló que el famoso artista también mantuvo ese tipo de relaciones con un alto funcionario de la empresa Petróleos de México (Pemex) y con un reconocido cantante. El diario mexicano advirtió en la publicación que se reserva los nombres de las personas implicadas “por respeto a la vida privada”.
El documento también señala que el artista, que falleció en el año 2016 debido a una enfermedad cardiovascular, fue sentenciado a tres años de cárcel, de los que solo cumplió ocho meses debido a que el general Andrés Puentes Vargas, director del penal; Enriqueta Jiménez, conocida cantante y actriz; y Efraín Blussman Pinker, con antecedentes por narcotráfico, pagaron su fianza.
El portal de noticias RT en Español recogió que el informe de inteligencia sobre Juan Gabriel indica que el general Puentes Vargas era quien sacaba frecuentemente de la prisión a Juan Gabriel para que cantara en sus celebraciones particulares.
Las labores de espionaje también refieren la relación de las propiedades que el artista tenía a su nombre y sus amistades con personalidades relevantes, como el entonces gobernador de Tlaxcala, Tulio Hernández Gómez, y la actriz Silvia Pinal o la familia Alatriste.
Un ícono de la ranchera
El artista sigue siendo ampliamente recordado y venerado por el público mexicano. Alberto Aguilera Valadez nació en Michoacán y fue criado en Tijuana, se desempeñó como cantante, compositor, arreglista, productor musical, músico y filántropo durante una larga carrera que arrancó en la década de los sesenta. Falleció en agosto de 2016, a los 66 años, cuando sufrió un infarto de miocardio en medio de la gira México es todo en Estados Unidos.
Esta celebridad mexicana vendió más de 100 millones de copias de sus discos en todo el planeta y sus más de 1.800 composiciones han sido traducidas a más de una decena de idiomas e interpretadas por centenares de artistas.
La muerte de Juan Gabriel sorprendió a más de un fanático y seguidor del cantante. Además, fue motivo de escándalos debido a que varias personas salieron a reclamar parte de la herencia del Divo de Juárez al señalar que serían hijos legítimos del artista.
Desde que murió la estrella, la mayoría de reclamos se han podido negar. Sin embargo, en noviembre de 2021 el exrepresentante de Juan Gabriel, Jesús Salas, declaró a medios mexicanos que sí existen hijos que nunca fueron reconocidos por el cantante, pero se desconoce su residencia.
“Ellos no aparecen. Yo lo sé porque pues éramos amigos íntimos y me enteraba, pero nunca han aparecido, nunca han molestado y pues qué bueno, ¿verdad? Para evitarnos más situaciones (...). Sé que existen pero nunca han aparecido”, destapó el representante en entrevista con el medio Sale el Sol.
A esto, el mánager sumó que ninguno de los hijos mencionados recibe algo de la familia Aguilera debido a que no los conocen. También contó que su identidad es completamente desconocida. “Juan Gabriel dijo: ‘Esta es la familia que yo escogí. ¿Quién? Laura, Joan, Jean y Hans, esa es mi familia’. Y esa es la que dio a conocer en algún momento, pero de los demás nadie sabía hasta que empezaron a demandar”, confesó Salas.