El reciente regreso del rey emérito a su patria se ha convertido, como ya se volvió costumbre, en una nueva oportunidad para abrir las heridas que dejaron los últimos años de su reinado, que hicieron tambalear a la monarquía.
De hecho, se dice que el rey Felipe VI, su hijo, no es para nada partidario de estos viajes de su padre al país desde Abu Dabi, donde está exiliado.
Muchos en España no le dejan de reprochar que no haya dado las explicaciones pertinentes sobre sus manejos financieros, que lo tuvieron a punto de ser juzgado por lavado de dinero, no en uno sino en dos países, España y Suiza.
Pero, como es época de verano, los amantes del chisme de celebridades han querido dejar un poco de lado la parte seria de la vida para comentar frivolidades y una de las que más se oye por estos días es lo bien que se ve Juan Carlos en este retorno a España.
Recientemente, el monarca, de 85 años, volvió a la población de Sanxenxo, que se ha convertido en su refugio en Galicia, para disfrutar de las regatas, su deporte favorito.
Y aunque Juan Carlos se ha preocupado por guardar un bajo perfil, para cumplir el deseo de su hijo, el rey Felipe VI, ha sido imposible pasar del todo inadvertido, en un evento que es al aire libre.
Para impacto de los que lo han visto de cerca y como lo reflejan también las fotos que le han tomado los paparazzi, el rey luce más joven que de costumbre y luego de haber sufrido varios quebrantos de salud.
“No parecía él, tenía una cara absolutamente distinta. Hinchada por una parte, la mandíbula le había cambiado, le habían cambiado los rasgos de la cara; estaba muchísimo más joven. Su aspecto general ya era más joven, se movía mejor. Iba sin bastón, casi no se apoyaba en su ayudante”, comentó la periodista y biógrafa de la realeza Pilar Eyre, en su canal de YouTube, al ver unas fotos de la llegada del rey, que ha hecho titulares por estos días en la península.
Para cerciorarse del aparente cambio del rey, la autora de la biografía Yo, el rey (sobre Juan Carlos) se comunicó con un amigo que estaba en las regatas para preguntarle cómo visto al monarca, quien abdicó en 2014.
“Nos hemos quedado todos alucinados de lo bien que está, del buen aspecto que tiene. Se mueve de una manera mucho más ligera. Pero, además, de cara, está absolutamente cambiado. Llevaba mucha protección solar, al punto de que la cara le quedaba casi blanca”, le conto el informante a Eyre.
Como ella ya sabe que Juan Carlos no ha sido para nada reacio a los tratamientos cosméticos y ante la imposibilidad de preguntarle al directamente interesado, Eyre, muy intrigada con la imagen del rey, trató de averiguar qué fue lo que se hizo, ya que, en el último tiempo, parecía que los años se le hubieran venido encima.
Para ello, le consultó a la doctora que le hace los procedimientos estéticos, quien le advirtió que a través de fotografías no se puede siempre definir los tratamientos que se ha hecho una persona.
De todas formas, por tratarse de tratamientos con los que lidia todos los días, la experta le dijo que lo más posible es que el rey se haya hecho un tratamiento de factores de crecimiento o plasma vivo en plaquetas, que consiste en aplicarle al paciente los factores de su propia sangre que intervienen en el rejuvenecimiento facial.
También le comentó que el rey se aplicó inyecciones de ácido hialurónico y de colágeno.
El bótox está descartado, porque a su edad los médicos no lo ponen en la cara, señaló igualmente la especialista, a quien además le parece así porque la expresividad del rey es muy natural y no lo delata.
Eyre recordó que el rey empezó a hacerse retoques en el año 2000, cuando empezó a tratarse en la prestigiosa Clínica Planas de Barcelona.
Se hizo tan amigo de los doctores Planas, que se compró un apartamento dentro de la clínica para hacerse sus tratamientos ‘antiedad’, contó también Eyre. Además, estos médicos pasaron a ser luego los de cabecera del monarca.
¿Un nuevo amor?
De otro lado, para la periodista, el rey no ha tenido un absceso de vanidad porque sí.
Conociendo su donjuanismo, ella cree que su nueva imagen esconde la existencia de un nuevo amor para el que quiere verse lo mejor posible.
En otras palabras, Juan Carlos estaría compartiendo su vida con ese supuesto nuevo amor en Abu Dabi, donde se refugió cuando estaban en caliente las investigaciones por los millonarios regalos en efectivo que recibió de monarcas árabes y de otros manejos presuntamente indelicados cuando estaba en el trono de España.
Como se recuerda, los múltiples romances del rey con otras mujeres, han hecho que él y su esposa, la reina Sofía, hayan llevado vidas separadas bajo el mismo techo por años.
Ahora, él está de su cuenta en el Medio Oriente, en tanto que Sofía sigue viviendo en el Palacio de la Zarzuela, en Madrid.
El rey fue noticia antes de su llegada a España, porque se rumoró que estaba a la espera de que Alberto Núñez Feijóo ganara las recientes elecciones para volver a vivir en el país, porque siente que con un gobierno del Partido Popular (PP) le puede ir mejor.
Sin embargo, allegados muy cercanos a él salieron a desmentirlo, al parecer por órdenes del propio Juan Carlos, quien sabe que al meterse en política le hace un grave daño a la monarquía, que está llamada a ser neutral en estos temas.