El músico británico Roger Waters, exlíder de Pink Floyd y conocido crítico del gobierno de Israel, fue denunciado esta semana por “antisemitismo” en países como Argentina, Uruguay y Colombia, mientras que hoteles en Buenos Aires, Montevideo y Bogotá se niegan a hospedarlo.
Mientras tanto, los organizadores de su concierto en la capital del país confirman que, a pesar de la polémica el músico, no ha cancelado su presentación en el país.
En el caso de Argentina, la denuncia de un particular por “incitación al odio racial y apología del delito” cita la “posición” del músico y “su posibilidad cierta e innegable de difundir su mensaje de odio e incitar a agravar el antisemitismo”.
“Queremos que las autoridades argentinas evalúen la conducta de Waters. La Dirección de Migraciones puede evaluar si prohíbe su ingreso al país”, dijo el abogado denunciante, Carlos Broitman, a la agencia AFP.
Broitman recordó que en Alemania se abrieron investigaciones por el uso por Waters en conciertos recientes de “vestimenta similar o alegórica a la utilizada por los nazis, transmitiendo un mensaje de odio hacia un grupo de personas”.
El artista de 80 años, quien presentó esta semana en Brasil su gira de despedida como músico, tiene previsto actuar este viernes en Montevideo y los días 21 y 22 en Buenos Aires, como parte de su gira This is not a drill (Esto no es un simulacro).
Pero, según declaró Waters al diario argentino Página 12, deberá seguir alojándose en Sao Paulo porque no tiene dónde hospedarse en Buenos Aires ni en Montevideo.
“Estos idiotas del lobby israelí consiguieron cooptar a todos los hoteles en Buenos Aires y Montevideo y organizaron este boicot extraordinario basado en mentiras maliciosas que vienen contando sobre mí”, dijo Waters al diario.
“Me han cerrado la ciudad de Montevideo, no tengo ningún lugar dónde parar. Tengo que volar allí directamente el día del show”, afirmó, “furioso” con esta situación que, según dijo, le impedirá cenar el jueves con su “amigo”, el expresidente uruguayo José Mujica, como tenía planificado.
El presidente del Comité Central Israelita del Uruguay, Roby Schindler, y de la ONG judía B’Nai B’Rith en ese país, Franklin Rosenfeld, señalaron esta semana en cartas dirigidas al Sofitel Montevideo y divulgadas en la red social X que el artista era un “propagador” de odio antijudío.
Schindler tildó a Waters de “misógino, xenófobo y antisemita”, mientras Rosenfeld amenazó con llamar a todo el mundo a evitar la cadena Sofitel si decidía alojar al “artista antisemita”.
“No he tenido un solo pensamiento antisemita en toda mi vida. Lo que condeno es lo que hace el gobierno israelí, y lo seguiré condenando porque está mal”, dijo Waters a Página 12.
Días atrás, en una entrevista con el periodista estadounidense Glenn Greenwald, Waters acusó a Israel de exagerar la magnitud del ataque del grupo islamista palestino Hamás en el sur de Israel el pasado 7 de octubre.
El ataque, que dejó al menos 1.200 muertos, en su mayoría civiles, y 240 secuestrados según las autoridades israelíes, desencadenó una campaña de bombardeos contra la Franja de Gaza, gobernada por Hamás desde 2007. Más de 11.300 palestinos han muerto en esa ofensiva, afirma el ministerio de Salud de Hamás.
Argentina tiene la comunidad judía más numerosa de América Latina, con unos 250.000 integrantes.
El caso de Colombia
Roger Waters ofrecerá un concierto en Bogotá, este 5 de diciembre, y desde ya genera polémica. La estrella de rock ha sido protagonista de una polémica mundial por cuenta de sus declaraciones antisemitas, que han venido creciendo tras el sangriento ataque de Hamás a Israel el pasado 7 de octubre.
El desprecio y la violencia de sus declaraciones contra la comunidad judía han producido un enorme rechazo que ya tiene consecuencias. El periodista Gustavo Gómez, director de 6 am 9 am, aseguró que “la noticia a esta hora, confirmada por la emisora, es que la cadena Four Seasons tomó la decisión de cancelarle su reservación en los hoteles de Bogotá, para su próximo concierto, precisamente por su abierto antisemitismo”.