Desde que nació, el 22 de julio de 1890 en la ciudad de Boston, Rose Kennedy fue un objetivo permanente de los fotógrafos. La pequeña pertenecía a una pudiente familia de origen irlandés, cuyo padre, John Fitzgerald, fue alcalde de la ciudad. Recientemente la Biblioteca John F. Kennedy de Boston le rindió un homenaje al publicar las fotografías de cada una de las décadas de esta mujer que se convirtió en la matrona de una familia cuya historia ha estado estrechamente ligada a la de Estados Unidos en este siglo. El 7 de octubre de 1914, la niña que se había educado en un convento de Holanda, se casó con Joseph Patrick Kennedy. Eso fué el comienzo de un hogar compuesto por nueve hijos, cuyos triunfos y tragedias han conmovido a los estadounidenses por más de cinco décadas. Ahora, a los 104 años, Rose sigue siendo el eje central del llamado clan Kennedy. Hace unas semanas, con motivo de su cumpleaños, no sólo recibió una rosa por cada año de edad, de parte de su hijo Edward Kennedy -el único sobreviviente de sus cuatro hijos hombres- sino miles de mensajes de aquellos ciudadanos que la siguen considerando uno de los pilares de los valores tradicionales estadounidenses.

Esta anciana, que todavía goza enseñándole a sus bisnietos baladas irlandesas, ha sobrevivido a sus hijos y a la tragedia. Su longevidad le ha permitido no sólo ser madre de un presidente de Estados Unidos, sino madre de un jefe de Estado que fue asesinado hace 30 años, lo cual resulta casi que inverosímil. Físicamente disminuida a causa de su avanzada edad y a las consecuencias de un derrame cerebral que sufrió hace 10 años, Rose Kennedy permanece atada a una silla de ruedas y a sus recuerdos. Estas 10 fotografías, una por cada década, son el vivo testimonio del paso de los años.