Mary Méndez es una de las presentadoras más reconocidas de la pantalla chica. Varios televidentes esperan con ansias el fin de semana, solo para verla en La red.
Pero además de eso, también están pendientes de ella a través de las redes sociales. Instagram es la que más usa. Allí, tiene más de un millón de fanáticos que siempre están pendientes de cada paso que da.
Para estos seguidores no es desconocido que la presentadora es amante de la buena alimentación y el ejercicio. Constantemente, en especial en historias, comparte sus rutinas y, de paso, algunas recetas para que sus fanáticos las pueden hacer en sus casas.
Desde hace un tiempo, además de correr e ir al gimnasio, Mary afirmó que había encontrado en la bicicleta otra gran aliada. Durante la pandemia practicó a través de un simulador, pero de un tiempo para acá se le ha podido ver saliendo con su ‘bici’, sobre todos los fines de semana.
Justamente, en las últimas horas publicó una serie de historias en las cuales se le pudo ver montada en el ‘caballito de acero’. Sin embargo, hubo una que llamó en especial la atención de sus seguidores, en la cual la presentadora asegura que: “Mucho jiji en las fotos, pero se sufre”.
Y es que Mary siempre ha sido sincera con sus seguidores respecto a que hacer deporte no es algo sencillo y que se requiere de tiempo para que una persona se adapte a una actividad.
Mary Méndez hizo confesión sobre sus fotos cuando hace ejercicio
Sin embargo, también ha invitado a los internautas a que se vuelvan amigos del deporte, pues más allá de lo estético, les ayudará a tener un cuerpo saludable, evitando toda clase de enfermedades.
Hace un tiempo, en una conversación con la revista TVyNovelas, Mary se sinceró respecto a la obsesión que tuvo por el ejercicio, lo cual la llevó al extremo. No se sentía conforme con su cuerpo y, además de entrenar duro, comía poco.
Mary Méndez y su obsesión por el ejercicio
“No era una experiencia chévere, un disfrute, sino que me estaba dando más duro todos los días. Me paraba frente al espejo y decía: ‘No me gusta esto, tengo que cambiar esto otro’. Me comparaba con atletas internacionales y se me convirtió en un caos. Además, veía la comida como si fuera el enemigo y no solo eso: me creía victoriosa porque solo comía pollo y brócoli, y cuando me antojaba de un postre me sentía la más inmunda de todas”.
La famosa también contó que: “Mi vida estaba planeada alrededor de la comida, porque tenía que comer muchas veces al día pero determinados alimentos. Entrenamiento sí o sí de lunes a domingo, así estuviera cansada, hubiera llegado de viaje, estuviera deprimida o me estuviera sintiendo mal. Sentía que era una obligación porque si dejaba de ir al gimnasio todo estaba mal”.
Sin embargo, con el pasar del tiempo la famosa comprendió que ese no era el camino para estar saludable y que por el contrario, lo estaba enfermando. Ahora toma el ejercicio con más tranquilidad y come bien, pero sin caer en extremos.