Hasta hace poco casi nadie reconocía a Laurene Powell, la viuda de Steve Jobs, el fundador de Apple. Pero ahora está bajo la lupa porque, dos años después de la muerte de su esposo, Powell ha comenzado una nueva relación. El afortunado es Adrian Fenty, exalcalde de Washington y consultor de Andreessen Horowitz, una de las firmas de capital de riesgo más importantes de Silicon Valley. Fenty es muy exitoso, joven –siete años menor que Powell, de 49– y bien plantado. Laurene es una de las mujeres más ricas de Estados Unidos, en gran parte por la fortuna de 10.000 millones de dólares que heredó de Jobs, pero también por sus propios méritos como empresaria. La pareja se conoció en 2011 en una conferencia sobre educación, un tema que los apasiona a ambos, y comenzó su romance este año, poco después del divorcio de Fenty en enero.