A Sebastián Eslava ya lo hemos visto en varias producciones nacionales que han tenido un éxito rotundo en su emisión, como La Niña, Narcos, Siempre Bruja y Paraíso Travel, donde ha demostrado que su talento es versátil y se acomoda a cualquier tipo de papel, siempre y cuando le genere un aprendizaje y un reto al bogotano, quien en este momento está listo para mostrarle al país uno de sus proyectos más ambiciosos y personales en los que ha trabajado, pues en dicha película cuenta la historia de nada más y nada menos que su padre, el torero Pepe Cáceres, quien se dice fue el primer exponente colombiano en el mundo de toreo.
El solo hecho de adentrarse en la vida de un padre que no conoció a conciencia siempre fue un deseo inconsciente que Sebastián tuvo y se le acrecentó cuando estaba solo estudiando en Los Ángeles, donde se le empezó a armar la idea de contar la historia de este hombre famoso que dentro de un mundo hoy satanizado logró glorias que para él fueron suficientes para llenar vacíos de su infancia, marcada por el abandono y el rechazo, que se asemejó a los que sintió Eslava, pero esta vez porque un toro le arrebató la vida a su papá en plena corrida en Sogamoso, cuando el actor tan solo tenía dos años de edad.
“Crecer sin mi padre fue una ausencia enorme, una necesidad permanente de conectarme con él. A los 14 años sentí que mi vida se partió en dos, cuando por primera vez fui a una corrida. Me llamó mucho la atención ver al torero parado allí y me dieron ganas de estar en su lugar. Empecé entonces a investigar quién había sido mi padre, cómo había sido la vida de ese hombre del que tenía sus trofeos, fotos, espada y hasta el traje que usaba cuando lo cogió el toro y murió”, declara el actor al hablar de su proyecto cinematográfico, que llegará a las salas de cine el próximo 19 de enero.
Una de las que más información le dio sobre Cáceres fue la propia madre de Eslava, quien se encargó que tanto él como sus hermanas siempre tuvieran presente lo grande que fue el torero, cuya plaza más importante fue la de Manizales, en la que desarrolló gran parte de su carrera profesional. “Mi madre siempre fue muy abierta e hizo algo muy bonito con mis hermanas y conmigo y fue engrandecer siempre la figura de mi padre. Fue una mamá que edificó la imagen de mi papá y nos habló del enorme amor y cariño que nos había tenido, en medio de las dificultades y el sufrimiento que lo acompañaron en su vida, porque fue un hombre que tuvo muchas cosas por dentro”, afirma Sebastián.
Uno de los asuntos más álgidos a la hora de llevar a cabo el proyecto era decidir qué parte de la historia del torero contar y de qué ángulo, sabiendo que eran muchas las aristas que se podían abordar, sin embargo, hubo algo específico que Sebastián buscó en su película y era la esencia de su padre.
“Pasamos por muchas etapas, en principio tuvimos un guión larguísimo que contaba su vida cronológicamente y de su paso por muchos países, eso la hacía muy costosa y se quedaba en lo anecdótico, no tenía alma, ni un peso temático importante. Teníamos que elegir una etapa y nos decidimos por la de su infancia muy compleja y cómo logró salir de ahí hasta convertirse en una gran figura del toreo, alcanzando su sueño. La otra etapa que consideramos fueron los 30 años de éxitos profesionales, pero no tanto a nivel familiar, los hijos, las separaciones y muchas cosas que eran más difíciles de contar”, añadió Eslava.
Uno de los detalles más significativos para Sebastián en esta cinta es que él mismo protagoniza la producción y la codirige con Camilo Molano, quien le apoyó en las decisiones y en el camino para lograr sacar un buen producto y así poder llenar el vacío que en algún momento el actor tuvo por la ausencia del gran Pepe Cáceres, que para él es simplemente su padre.