Luis Miguel es el Michael Jackson de América Latina, en toda su inmensidad, desgracia y talento sobresaliente. Una infancia explotada, marcada por un padre maltratador que apostó todo el futuro de una familia en el talento de un niño. Una juventud de estrellato, fiesta desmedida y soledad.La diferencia es que el renacimiento de Michael Jackson solo llegó después de su trágica muerte, que le dio el real estatus de leyenda; en cambio, al Sol de México se le puede sumar la genialidad de revivir su carrera y su fábula a la aún joven edad de 48 años, con todas sus capacidades vigentes, para regresar a los escenarios con brío y públicos que lo claman como la superestrella que todavía es. ¿Cómo lo logró? Fácil: se asoció con Netflix y convirtió su apasionante, pero trágica vida en la adicción de turno de los televidentes modernos, que confían en esa plataforma para satisfacer sus necesidades de entretenimiento.la infancia de Luis Miguel fue la de un esclavo. Cuando Luis Rey descubrió el talento de su hijo, decidió que él se convertiría en el proveedor y salvador de la familia, en la quiebra y a la deriva por los malos pasos del padre. Una mina de oro, que Rey no dudo en aprovechar hasta la última migaja.En los 13 capítulos de la serie, que son la carta de amor a una madre perdida y la venganza póstuma al padre más malvado de las pantallas, Luis Miguel decidió contar su verdad. En esta coproducción de Telemundo y Netflix el cantante no solo actuó como asesor en el set, sino que ejerció como productor ejecutivo. El artista, que siempre ha sido muy celoso de su privacidad, decidió autorizar que se contara esta historia de su vida. Su bendición a la serie también le queda clara a los televidentes cuando en el primer capítulo, durante la presentación del video de Cuando calienta el sol, en un antro de Acapulco, el Luis Miguel original hace un cameo rapidísimo sentado en una de las mesas del bar e indicando a los presentes que oigan la canción.Una señal muy significativa si se tiene en cuenta que la voz que se escucha en cada una de las versiones de los grandes éxitos de Mickey sale de la garganta del actor Diego Boneta, quien se preparó para poder asumir las difíciles melodías. “Él nació con una voz privilegiada, yo no. Yo tuve que romperme la cara 18 años para poder cantar sus canciones”, aseguró el actor, de 27 años, durante una rueda de prensa.El actor y cantante mexicano, que se hizo famoso a principios de siglo por aparecer en la serie para adolescentes RBD, ya había hecho el salto a Hollywood. Allí apareció en algunas películas y series de televisión, quizás la más importante Rock of Ages, en la que actuó junto a Tom Cruise. Pero el punto más alto de su carrera es esta interpretación, en la que no solo logró convencer al público con su voz, que suena muy similar a la del astro de los noventa, sino porque también perfeccionó su manera de agarrar y despeinar su abundante cabellera rubia igual que Luis Miguel. A tal punto que según aseguró Boneta en varias entrevistas, cuando el Sol de México vio las primeras escenas de la serie mientras grababan, exclamó: “¡Es que este soy yo!”Otra de las estrategias ganadoras de esta apuesta televisiva fue que, al estilo de las telenovelas de toda la vida, la historia no estuvo disponible de un tirón. Desde el 22 de abril se lanzó un capítulo a la semana en la plataforma. Esto generó expectativa y le dio oportunidad de ganar cada vez más público. Tanto es así que el final de la primera temporada, que apareció el 15 de julio, logró convertirse en tendencia en redes sociales durante varios días, con miles de memes, y la gran pregunta: ¿dónde está Marcela, la mamá de Mickey?Le sugerimos: Una jueza en EE. UU. ordena el arresto del cantante mexicano Luis MiguelLa cuestión, que es la nuez de toda la serie, tampoco es develada al final, lo cual genera la expectativa de una posible segunda temporada, que hasta ahora no ha sido confirmada. La madre de Luis Miguel, la modelo italiana Marcela Basteri, desapareció en 1986 y su hijo la buscó por todas partes, incluso con la ayuda del Mossad. Sobre su destino se ha especulado ampliamente, desde teorías de una locura y el encierro en un hospital psiquiátrico, pasando por su ahogamiento en una piscina durante una fiesta por cuenta de un exceso de drogas y alcohol, hasta un feminicidio a manos de su esposo, Luis Gallego, quien era conocido con el nombre artístico de Luis Rey. Fue ella quien le dio el apodo a Luis Miguel, pues desde bebé lo llamó: “Sole Mio”. Después del final de temporada, las búsquedas en Google acerca de su paradero se dispararon. El misterio sigue vivo.Lo que sí queda claro es que gracias a la serie, el papá de Luis Miguel se convirtió en el personaje más macabro de la televisión, el más odiado de 2018, el más malo de los malos. Sin duda la venganza perfecta a la memoria de un hombre que a pesar de convertirlo en una superestrella, le dañó su infancia y su vida entera. Cocainómano, alcohólico, mitómano, agresivo, estafador, abusador, explotador y ladrón. Luis Rey pasará a la historia como el padre que obligó a su hijo a tomar metanfetaminas a los 10 años para que pudiera dar conciertos todas las noches, que lo sacó del colegio para obligarlo a trabajar, que le pagó prostitutas a los 12 años para que lo ayudaran con el cambio de voz, y gracias a la magistral actuación del actor catalán Óscar Jaenada, como el hombre que desayunaba haciendo sopitas de pan en un vaso con whiskey.

Los actores Anna Favella y Óscar Jaenada fueron los encargados de encarnar a Marcela Basteri y Luis Rey, los padres de Luis Miguel. Una parejamarcada por el conflicto y la violencia intrafamiliar.Y es que la infancia de Luis Miguel fue la de un esclavo. Cuando Luis Rey descubrió el talento de su hijo, decidió que él se convertiría en el proveedor y salvador de la familia, en la quiebra y a la deriva por los malos pasos del padre. Una mina de oro, que Rey no dudo en aprovechar hasta la última migaja. Lo convirtió en un prodigio de la canción, que antes de cumplir 20 años ya contaba con millones de seguidores en el mundo. Un sex symbol desde los 12 años, que cantaba canciones como Decídete acerca de un encuentro sexual con una niña, que en la voz de un pequeño rayaba en la pornografía infantil. Pero lo que conocía el público era la imagen luminosa de un jovencito de dientes separados que cantaba como un ángel y contaba con una presencia escénica excepcional.Puede leer: Los álbumes póstumosHa sido con esta confesión en pantalla que Luis Miguel logró reiniciar una carrera que hace años parecía estancada en el olvido, entre las hombreras y las lentejuelas de otras épocas. En la que las noticias suyas en la prensa del corazón, solo se concentraban en la aceptación pública de su paternidad (su hija mayor, Michelle Salas, sobrina de Alejandra Guzmán, ya tiene 29 años y su historia también aparece en la serie) y sobre cuánto peso había ganado el astro en lo últimos años y cómo había desmejorado su imagen. En cambio, este año ha estado de gira por México, Estados Unidos y España, en donde las boletas para sus conciertos se han agotado con anticipación. Además, millones de personas oyen su música por Spotify. Aunque más cachetón y bronceado, el Sol de México vuelve a eclipsar a su público.