Shakira regresó este miércoles a Miami después de una semana de contrastes en España: los primeros días acarició las mieles del éxito tras conquistar tres Latin Grammy en la ciudad de Sevilla, de la mano del éxito mundial que supuso su colaboración con Bizarrap. Después, se sentó en el banquillo de los acusados para responder ante la Fiscalía de ese país que adelantaba dos procesos contra ella por evasión de impuestos.
El equipo legal, consciente del desgaste y el tiempo que un proceso de esta naturaleza supone para una estrella de la música como la colombiana, consiguió que la justicia de España le permitiera pagar 7,3 millones de euros y rebajar la pena de cárcel de ocho a cuatro años, con la cancelación de un monto adicional que la exime finalmente de ir a prisión.
Así, con sus cuentas al día, la colombiana espera retomar su vida profesional en Estados Unidos, país al que regresó sin sus hijos, Sasha y Milan, quienes se quedarán con su padre Gerard Piqué hasta finales de este mes.
En el aeropuerto de Barcelona, la barranquillera saludó a la prensa y esbozó algunas sonrisas, en compañía de su hermano Tonino. Sin embargo, el círculo más cercano a la artista confesó que Shakira está “muy mal y devastada” pues, hasta último momento, la Fiscalía de España les había asegurado a los abogados de la cantante que la audiencia que se cumplió este lunes se haría en total privacidad y las imágenes no se filtrarían a los medios.
Sin embargo, otra fue la historia. Las imágenes de Shakira, vestida de rosa, con gesto serio frente al juez que dictó su sentencia, le dieron la vuelta al mundo. Un detalle que incomodó a la artista y sus abogados que sintieron que el ente acusador quería “hacer un show” con la presencia de la colombiana ante la justicia española.
Así lo reveló el paparazi Jordi Martin, quien aseguró que “nunca una imagen de un pacto con Hacienda, reconociendo los hechos de ningún famoso o no, había sido grabada y mucho menos mandada desde la Fiscalía a todos los medios de comunicación para humillarla y exponerla ante el mundo”.
Y agregó que ese malestar fue la razón por la cual la estrella de la música no se marchó desde el martes, pues se encontraba “devastada” ante la forma como había sido tratada por la justicia del país en el que vivió por cerca de doce años y en el que tuvo a sus hijos.
Martin puso de ejemplo los casos de Cristiano Ronaldo y Lionel Messi, que en el pasado enfrentaron también líos por el impago de impuestos. “¿Dónde están los videos dentro de sala pactando y reconocimiento el fraude fiscal? No existen. Querían hacer un circo con ella, y le hicieron una encerrona grabándola. A ella y a su abogado se les dijo que nada se haría público y no lo cumplieron”, sostuvo.
Además, confesó que el equipo legal de Shakira estaba seguro de su inocencia y “querían demostrarlo con todas las pruebas”, pero al final la artista tomó la decisión de declararse culpable, pagar lo que estableciera la justicia y cerrar definitivamente este capítulo de su vida.
Shakira cree que el “sistema tributario en España necesita revisarse por el bien de los ciudadanos”. Y dijo que, por su parte, seguirá “siendo una aliada para que esto ocurra. Hay mucha gente que no dispone de recursos para pagar una buena defensa o incluso llegar a un pacto y han visto sus vidas desgastarse”, dijo la barranquillera en un comunicado.
Sin embargo, en España las opiniones han estado divididas. Por un lado, decenas de ciudadanos cuestionaron que a la colombiana se le rebajara el monto de su deuda y, por otro, varias voces salieron en respaldo de Shakira.
Uno de ellos, curiosamente, fue Ignacio Ruiz-Jarabo, nada menos que exdirector de la Agencia Tributaria en España, algo así como la Dian en Colombia. En su opinión, está “ciento por ciento” de acuerdo con las críticas planteadas por la artista y aseguró en varios medios que “Shakira no es una delincuente”, sino una víctima de un sistema tributario donde “el Estado es todo y el ciudadano es nada”.