Saoirse Kennedy Hill, nieta del histórico líder demócrata Robert "Bobby" Kennedy, murió aparentemente a causa de una sobredosis en el complejo familiar en Hyannis Port, Massachusetts.
El diario The New York Times, citando fuentes de la familia, dijo que los servicios médicos de emergencia fueron llamados al complejo residencial en donde vivía Kennedy Hill, de 22 años. De allí fue llevada al Hospital Cape Cod en donde fue declarada muerta, informó el periódico. "Nuestros corazones están destrozados por la pérdida de nuestra amada Saoirse", manifestó la familia Kennedy en un comunicado. "Su vida esuvo llena de esperanza, promesa y amor". Puede leer: ¿Para EE.UU qué significó Robert Kennedy, asesinado hace 50 años? La comunicación también citó a Ethel Kennedy, de 91 años, viuda de Robert F. Kennedy, diciendo: "El mundo es un poco menos hermoso hoy". Mientras cursaba estudios secundarios, Kennedy Hill escribía para el periódico de su colegio sobre sus batallas contra la depresión y problemas mentales. Tara Miltimore, de la oficina del fiscal de distrito de Cabo e Islas explicó: "A principios de esta tarde, la policía de Barnstable respondió a una residencia en la avenida Marchant en el puerto de Hyannis para un informe de una muerte desatendida". “El asunto sigue siendo investigado por la policía de Barnstable, así como por detectives de la policía estatal asignados a la oficina del fiscal de distrito de Cape and Islands", agregó la portavoz. El Times informó que Kennedy Hill participó en manifestaciones contra la violencia y las armas. Pese a las tragedias que la persiguen desde hace décadas, la familia Kennedy permanece activa en la política estadounidense. Roe Kennedy SII, nieto de Bobby Kennedy, ingresó en 2013 a la Cámara de Representantes. Le puede interesar: Dos de sus mejores hijos La dinastía Kennedy es originaria de Brookline, una localidad a pocos minutos del centro de Boston y sus precursores fueron Joseph P. Kennedy, presidente del Columbia Trust Bank, y Rose Fitzgerald. En 1927 se mudaron a Manhattan en donde Robert y Jhon F. establecieron de a poco su carrera política. Robert Kennedy fue asesinado cuando buscaba la presidencia de Estados Unidos en 1968 en la cocina del Hotel Ambassador de Los Ángeles. Un día después falleció a la edad de 42 años dejando diez hijos y su viuda Ethel Kennedy, que estaba embaraza de Rory, quien nacería pocos meses después. Cinco años después se produjo el asesinato de su hermano; el entonces presidente John F. Kennedy. El trigésimo presidente de los Estados Unidos murió en Dallas, Texas, cuando fue herido por disparos mientras circulaba en el coche presidencial en la Plaza Dealey. En 1985 murió David A. Kennedy, el cuarto hijo de Robert y Ethel. El joven tuvo graves problemas psicológicos por las muertes de su padres y su tío que se incrementaron después de una accidente 1972 cuando estuvo en un accidente con su novia Pamela Kelley, que falleció. Este siniestro le ocasionó a David una inducción a los calmantes que lo indujo en el consumo de drogas, incluyendo la heroína. El hijo de Robert falleció de sobredosis a los 28 años en un hotel en Palm Beach Florida después de haber pasado un mes de rehabilitación. En 1997, otro hijo de Robert tuvo un final funesto. Michael Lemoyne encontró la muerte después de golpearse la cabeza con un árbol mientras jugaba fútbol con skies sin usar cascos. La reputación del prestigioso abogado había quedado por suelo después de que se conociera que tenía en romance con la niñera de sus hijos, que tenía 14 años. La familia volvió a ser golpeada por la tragedia en 1999 cuando John Kennedy Jr., hijo de JFK y Jackie Bouvier y conocido como el príncipe de América, desapareció en pleno vuelo junto con su esposa y su cuñada.