El 28 de abril del 2004 se vivió una de las peores tragedias que han marcado a los bogotanos. Ese día por la tarde, en medio del recorrido la ruta 12 del Colegio Agustiniano Norte, una retroexcavadora que hacía parte de la construcción de la troncal de Transmilenio de Suba cayó sobre el bus escolar al perder el control y deslizarse sobre los materiales que estaban siendo utilizados en la obra.
El accidente terminó con la vida de 21 niños y dos adultos, además de otros 24 ocupantes que se encontraban en el vehículo de transporte escolar.
Tras más de 20 años de lo sucedido Juan Daniel, uno de los niños sobrevivientes a la tragedia, fue invitado al pódcast Entre Valientes de la emisora Tropicana, dirigido por Adriana Bustos, y decidió revelar algunos detalles del momento en el que la máquina de asfalto cayó sobre su ruta y cómo logró salir del bus.
“Mi mejor amigo, yo creo que estaba como atascado del cuello porque gritaba mucho y movía las piernas y cuando movía las piernas me golpeaba en la cabeza y pues fue un momento muy rápido en el que dejó de gritar, entonces obviamente, allí es cuando pierde la vida”, recordó con nostalgia.
Según mencionó frente a los micrófonos de la cabina de radio, su compañero tendría entre 7 y 8 años de edad, pues se encontraba cursando segundo grado de primaria.
¿Cómo se vivió el momento del accidente?
Pese a que no recuerda el instante en el que el bus fue aplastado por el vehículo de construcción, tiene algunas memorias de las heridas que le causó el impacto y el estrés que empezaron a sentir los niños que quedaron con vida.
“La dimensión del accidente es tan grave que, como que tengo lagunazos, como que a veces estoy, a veces no estoy. Yo creo que, como yo estaba colgado, no alcanzaba a tocar el piso y sentía como agua muy densa, por decirlo así y la vuelvo a levantar, tenía la mano toda llena de sangre (…) También recuerdo que quise romper la ventana y ahí ya sentía muy bien que me entraba el oxígeno y como la algarabía alrededor de que algo estaba sucediendo. Yo me iba y volvía y el cuerpo entra en un estado en el que guarda por completo cualquier pizca de energía, entonces tú no lloras y estás shockeado”.
¿Cómo se enteró su familia del accidente?
Según menciona, el joven de 28 años de edad, su familia vivió momentos de angustia al darse cuenta de que la ruta no llegaba a la hora acostumbrada y recibir la inesperada llamada de parte de los directivos de la institución educativa.
“Mi hermana era la que me recogía siempre, entonces, pasaban los minutos, pasaba el tiempo y empezaron a pensar que algo había pasado. Entonces, ahí fue cuando recibieron una llamada del colegio en la que se le informó que había sufrido un accidente la ruta 12. Mi hermana le cuenta a mi mamá y a mi papá y ellos como locos intentan acudir para informarse más, yendo al lugar, llamando y asesorándose con más padres”.
Tal y como lo relató en el programa digital, sus padres se fueron en contravía por la Avenida Suba, pues debido a lo ocurrido había un gran de tráfico, el cual les impedía avanzar entre el resto de los vehículos que quedaron atrapados en la vía.
“Mi papá llega y ve la retroexcavadora encima del bus, era un bus tradicional, muy grande, pero quedó casi de la mitad de mi estatura, entonces una medida muy corta, con la cual, mi papá concluye que ahí no podía encontrar ninguna vida, ¿me hago entender? Mi papá llega y su ilusión de que yo esté bien, mitiga muchísimo, porque el bus estaba destruido”.
No obstante, el pequeño fue trasladado al hospital y atendido por profesionales que hicieron todo lo posible para salvarle la vida, y luego de varios años de terapias y acompañamiento por parte de los médicos, logró superar los problemas físicos ocasionados en el accidente.