Al otro lado de la línea se escucha la voz de un Andrés Cepeda emocionado. Habla desde Chicago, la séptima ciudad que visita desde que comenzó La Ruta Púrpura, una gira que lo tiene recorriendo importantes escenarios de Estados Unidos y Canadá.
En uno de los mejores momentos de su carrera artística, con la suma de varios premios Grammy y discos de oro y platino por las ventas de sus álbumes, hace pocos días recibió un homenaje en La voz. Fue el reconocimiento a los diez años de trayectoria que completa en este programa de televisión, en el que una generación de artistas ha pasado por su grupo, persiguiendo el sueño de hacer una carrera en la música.
SEMANA lo entrevistó en medio de esta exitosa gira, que culminará con dos actividades que demuestran por qué es uno de los artistas colombianos con más proyección internacional: su participación en el show Encanto, de Disney, en Hollywood, inspirado en la película animada que retrata la vida de una familia colombiana y fue merecedora de un Óscar; y un taller que impartirá en el Berklee College of Music, uno de los más prestigiosos del mundo.
SEMANA: Cuando se devuelve en el tiempo diez años atrás, cómo recuerda su ingreso al programa La Voz.
Andrés Cepeda: Cuando me invitaron por primera vez, hace diez años, tenía muchas dudas y mucho temor de hacer televisión. Pensaba que la exposición podría ser muy grande. Me preguntaba cómo funcionaba el formato. Y empecé a analizar cómo se trabajaba en otros países. Descubrí que me daría la posibilidad de presentarles la música a la gente joven y a los televidentes de una manera distinta. Y es algo que he tratado de hacer durante este tiempo: hablar mucho de nuestro folclor, de los orígenes de nuestra música, de compositores, para que la gente joven se conecte con la música colombiana, más allá de lo que está de moda. Empecé en La voz trabajando primero con adultos, después con niños y, desde el año antepasado, estamos haciendo la sénior. Ha sido una experiencia muy bonita.
SEMANA: En estos momentos está de gira con La Ruta Púrpura, que llevó a un colombiano solista a presentarse por primera vez en el Carnegie Hall.
A.C.: La Ruta Púrpura ha sido muy especial porque hemos escogido una serie de teatros y escenarios que son icónicos y son templos de la cultura en diferentes ciudades de Estados Unidos y Canadá. De hecho, empezamos esta gira en un sitio muy lindo que es el Carnegie Hall de Nueva York, un lugar al que pudimos acudir gracias a que el comité curador aceptó nuestra propuesta. Fue la primera de 15 fechas que estamos haciendo.
SEMANA: Se dice que nadie es profeta en su tierra, pero no es su caso: completó una gira reciente por varias ciudades de Colombia, entre ellas Bogotá, donde reunió a 80.000 personas en cinco conciertos seguidos.
A.C.: Somos muy afortunados de que tengamos tantos años haciendo esto y nos sigan escuchando. Tiene que ver con el hecho de estar siempre presentando música nueva, nuevos álbumes, nuevos formatos y de no haber parado nunca. Y de tener una fidelidad con el género que nos identifica, que tiene de rock, de pop, de balada, de bolero. Ese estilo lo hemos respetado mucho, aunque haciendo algún tipo de evolución, pero siempre moviéndonos dentro de esos sonidos que desde el principio de la carrera fueron los que me interesaron. Esa fidelidad con el estilo nos ha ayudado a llegar a públicos muy diversos.
SEMANA: Usted ha apostado por el romanticismo y se ha desmarcado de otros géneros urbanos de moda... ¿Lo han tentado alguna vez?
A.C.: Hay que ser fiel al sonido que uno busca y quiere. Vemos casos de artistas que se tuercen y le apuestan a sonar a lo que está de moda. Y eso a la larga no es tan buena estrategia. Es interesante para cualquier persona que consuma música tener variedad y que el paisaje no sea tan homogéneo. Y, si todos hacemos algo que se parece, es aburrido. Y quienes nos mantenemos fieles a una propuesta nos volvemos una alternativa a aquello que está de moda. En mi caso, he tenido esa terquedad de seguir haciendo la música en la que creo. Y, aunque hay que evolucionar y llevar ese estilo romántico a una cosa más actual, también vale la pena defender un concepto y una manera de escribir y de interpretar.
SEMANA: Su gira termina en Boston, donde tiene una invitación maravillosa: un ensamble de música latina en el Berklee College of Music. ¿Cómo se dio esa oportunidad?
A.C.: Vamos a hacer un taller de música latina y al final una presentación con los estudiantes. Es una invitación que nos hacen los mismos estudiantes del Berklee. Vamos a hacer un montaje sobre esa música que me ha inspirado en mi carrera y también mis propias canciones. Es una semana de ensayos, arreglos y montaje para terminar con una presentación en la que compartimos con los estudiantes de diferentes instrumentos. Es la primera vez que nos invitan. Una alumna colombiana que se está destacando allá fue quien nos hizo la invitación. Casualmente, es una niña que participó en La voz kids e hizo parte de mi equipo. Se llama Daniela Arredondo y ella participó hace cerca de cinco años.
SEMANA: Hablando de invitaciones, usted es una de las voces que formará parte del show Encanto, que organiza Disney.
A.C.: Es una invitación de Disney para cantar en un show en vivo que pone en escena las canciones de la película Encanto. Participo junto con otros colombianos, como Carlos Vives, y vamos a poner en vivo una orquesta tremenda con un coro gigantesco. A mí me corresponde la canción Dos oruguitas, que grabó originalmente Sebastián Yatra para la película. Son dos funciones, el 11 y el 12 de noviembre, en el Hollywood Bowl de Los Ángeles. Una manera muy bonita de cerrar esta gira y regresar a Colombia y otros países vecinos para cumplir con otros compromisos.
SEMANA: Se podría pensar que la música de Andrés Cepeda es transversal a varias generaciones: la conocen los niños de La voz kids, los papás de esos niños que se han enamorado con sus canciones y, recientemente, los más abuelos que participan en La voz sénior.
A.C.: Pienso que, si lo hubiera planeado así, a lo mejor no hubiera resultado. Y eso es una fortuna. Lo que creo es que se conectan con el romanticismo, esa es la característica principal de lo que hacemos. Y nos habla de que, en medio de un mundo en el que aparentemente el romanticismo se ha dejado de lado, muchos lo queremos vivir y lo añoramos. Y siempre habrá un momento para buscar esa emoción y ese sentimiento.