Dar un salto, así lo resume Lucy Vives con su lanzamiento como cantante con su primer sencillo como solista, Cenizas. La hija del aclamado cantante Carlos Vives y la modelo puertorriqueña Herlinda Gómez habló en SEMANA de los retos que ha tenido que vivir en esta nueva faceta de su vida, que tendrá inicio este mes, y que espera sea el comienzo de una larga carrera en la industria musical.

SEMANA: ¿Cómo es este lanzamiento hacia la industria musical y qué es lo que nos espera ahora?

Lucy Vives: Vamos a estar en este nuevo horizonte aventurando dentro de la música. Empezamos, si Dios quiere, el 24 de junio con la primera canción propia, Cenizas, que viene siendo mi debut como solista, para que me acompañen a empezar esta ruta hermosa dentro del arte que me ha permitido un nuevo canal para crear, para inventar, para jugar, que en verdad es mi razón de seguir dentro del entretenimiento. Creo que jugamos muy poco y tenemos que jugar más con el arte. Como artista no quiero que se pierda eso y deseo llevar conmigo siempre ese mensaje en alto.

SEMANA: ¿Qué género musical se emplea en este sencillo?

L.V.: Lo describo, no para que piensen que todas las canciones van a ser así, sino que quiero de la misma manera en que los actores juegan con distintos papeles, que las modelos juegan con distintos estilos de fotografía, quiero hacer lo mismo dentro de la música y que cada tema tenga claro su cuento. Este en particular va a ser de sonidos latinos, un poquito alternativos, jugando con la electrónica, jugando un poco con el bolero clásico y teniendo una fusión para que sea una canción en sí pop latina. Pero un poquito sancochada; yo, como tengo esa cultura, esa identidad cultural de un poco de Puerto Rico, de acá de Colombia, criada también por mucho tiempo en los Estados Unidos, creo que la música va a representar mucho eso.

SEMANA: ¿Qué podemos esperar a partir de ahora? ¿Vendrá un álbum en el futuro?

L.V.: Definitivamente vienen más, esta es la primera y es como lanzarse, la primera va a hacer que las demás fluyan un poquito más. Para mí, la primera es como esos nervios de estar en la orilla y de tomar ese salto. Pero ya cuando uno brinca, todo se siente un poquito menos miedoso. Este es un momento superesperado para mí, entonces viene con muchas ansias, la primera es señal de que vienen más.

SEMANA: Habla de ese salto, ¿por qué decide dar ese salto a la música?

L.V.: Dediqué mucho de mi tiempo a mi carrera académica, a la filosofía, y al estudio de la mujer. Estuve seis años estudiando y me dediqué casi que ciento por ciento a eso. No quería nunca que la música fuera como un hobby. Como me dijeron siempre mi mamá y mi papá, si hay que hacer algo, hay que hacerlo bien. Un pie acá y un pie allá no es tan seguro. Pero ahora, gracias a Dios, nos graduamos y le pude dedicar tiempo a la música. Lo he estudiado suficiente, me siento más segura dando ese brinco, siento que tengo, por lo menos, paracaídas.

SEMANA: ¿En algún momento dudó en ese salto a la música?

L.V.: Definitivamente tuve miedo, porque respeto mucho esta industria, porque antes de ser una artista o antes de poder decir que soy cantante, soy audiencia. He sido amante de la música, la escucho todos los días; estudio música, me encanta ser conocedora de lo que está pasando en una variedad de géneros. Entonces, como espectadora, había más presión, porque sé lo que me gusta, y me gusta decir que tengo unos gustos un poquito refinados. Y después ponerme en ese plano de crear en la misma industria, donde admiro a tanta gente y que ha creado un arte que me llena tanto. Es como unos zapatos grandes, no solamente hablando del ‘elefante en el cuarto’, que viene siendo mi padre, que ha sido para mí una ficha para admirar en la música, sino que todas mis inspiraciones musicales son personajes que veo muy grandes.

SEMANA: Habla de ese elefante en la habitación, ¿qué piensa su padre, Carlos Vives, de esta carrera musical? ¿Cómo ha sido ese impulso?

L.V.: Él es una persona que me inspiró mucho y al final del día decidimos que lo mejor que uno puede hacer como artista es crear su propio camino. Es ese tema de realmente encontrar el individualismo para encontrar la voz de uno. Porque podemos estar de acuerdo en que cada artista hoy día es un sancocho de sus influencias, mucha gente dice que ahora no hay nada original y quizás eso es cierto, pero lo que uno siempre puede ser es uno. Siempre va a ser solamente una Lucía, siempre va a haber solamente un Carlos y eso, para mí, es lo que hace algo muy especial y de ahí pueden surgir cosas originales, cuando uno deja ir y ser Lucía. Entonces, para ser lo más franca posible, va a ser una sorpresa para muchas personas de mi familia, incluyendo mi papá, lo que vamos a escuchar ahora el 24.

SEMANA: ¿De qué trata la letra de este nuevo sencillo, Cenizas?

L.V.: La verdad no quería hablar mucho del amor en mi carrera, no quise de verdad entrar con una canción de amor, pero no lo pude evitar. Entonces, Cenizas va a ser como mi excusa para sacármela ya del ‘coco’ y hablar un poquito del amor, porque me nace, es una emoción que sí es verdad, hay que soltarla. Ya no juzgo tanto a la cantidad de canciones de amor que tenemos en la historia, porque, de verdad, es la primera espinita que pica. Entonces, Cenizas es una canción no tanto de amor, pero sí de desamor. Me gusta decir que es una canción de amor, porque es una despedida un poquito agridulce, se trata de un último baile, es un cuento de amor entre dos mujeres, que para mí es el tema más especial de soltar esta canción de amor. Es sentir un poco de representación en la comunidad LGTB+ y escucharnos representados también en la música de amor que no sea tan heteronormativa. Entonces, esta canción se trata de pedirle a esa pareja que se te despida en un último baile.

SEMANA: Finalmente, ¿qué es lo que viene después de Cenizas? ¿Cómo quiere que siga yendo su carrera musical y con qué sueña ahora?

L.V.: Sueño alto, sueño muy grande con esta carrera musical e incluso con Cenizas. El sueño es que no solamente chicas y chicos la escuchen, sino que la quieran bailar, porque es una canción muy movida, es una canción que cuando la escuché supe que es un tema bien casero. Quiero que la bailen, de verdad quiero que la bailen, es una canción muy para los que nos gusta mover el esqueleto. Y mi futuro, lo que yo quiero, más que nada, es que la gente disfrute, se inspire a seguir siendo ellos y seguir creando, porque al final no nos tenemos que limitar.