Contra Anderson Torres, quien fuera ministro de Justicia del Gobierno de Jair Bolsonaro (2019-2022), fue dictada este martes una orden de arresto por parte de un juez de la Corte Suprema de Brasil, en el marco de las investigaciones que se adelantan en ese país después de los actos golpistas del pasado domingo en Brasilia.

Torres se desempeñaba como secretario de Seguridad del Distrito Federal de Brasilia, cuando miles de simpatizantes radicales del exmandatario Jair Bolsonaro invadieron y destrozaron las sedes del Parlamento, la Presidencia y la Corte Suprema, en un intento, decían ellos, por derrocar al recientemente posesionado Luiz Inácio Lula da Silva.

El pasado domingo, bajo su gestión como responsable de la seguridad de la capital brasileña, miles de bolsonaristas radicales se movieron sin restricciones por las sedes de los tres poderes y destrozaron mobiliario de gran valor durante cuatro horas. Debido a eso, Torres fue cesado del cargo ese mismo domingo.

La decisión fue tomada por el magistrado Alexandre de Moraes, quien también estuvo detrás de la orden de arresto del excomandante de la Policía Militar de Brasilia Fábio Augusto Vieira, que se realizó este martes en la mañana.

Anderson Torres, exministro de Jair Bolsonaro | Foto: Foto: Semana

Otro juez de la Corte Suprema de Brasil había apartado ya de su cargo al gobernador del Distrito Federal de Brasilia, Ibaneis Rocha, por 90 días, tras el asalto de este domingo de miles de radicales bolsonaristas a las sedes de los tres poderes contra el gobierno de Lula.

En medio de las investigaciones, la Policía Federal registró la casa de Torres en Brasilia —un fiel aliado de Bolsonaro— en busca de pruebas.

Los disturbios en Brasilia

El pasado domingo, bajo su gestión como responsable de la seguridad de la capital brasileña, miles de bolsonaristas radicales se movieron sin restricciones por las sedes de los tres poderes y destrozaron mobiliario de gran valor durante cuatro horas. Debido a es, Torres fue cesado del cargo ese mismo domingo.sta lograr ingresar al Legislativo.

Medios locales informaron que el Palacio de Gobierno y el Tribunal Supremo Federal también fueron blanco de disturbios.

Inicialmente, los manifestantes se concentraron en el Cuartel General del Ejército. Pero los choques se extendieron luego al Palacio de Planalto y a la sede del Tribunal Supremo Federal, con el objetivo declarado de derrocar a Lula y a su vicepresidente, Geraldo Alckmin. En las otras sedes institucionales también se registraron saqueos y, según informó G1, las fuerzas de seguridad emplearon bombas aturdidoras para intentar controlar la situación.

Las inmediaciones del Congreso habían sido acordonadas por las autoridades, pero los bolsonaristas que se niegan a aceptar la elección de Lula retiraron las vallas de seguridad y decenas de ellos subieron la rampa del edificio para ocupar la azotea.

Imágenes de miles de violentos bolsonaristas rompiendo ventanas y vandalizando el Congreso de Brasil, mientras la policía lanzaba bombas lacrimógenas para contener a los manifestantes y detener el caos, le dieron la vuelta al mundo ese domingo.

Las imágenes y videos recordaron a millones de personas en el mundo lo que sucedió hace justamente dos años en Estados Unidos, un 6 de enero, cuando simpatizantes de Donald Trump asaltaron el Capitolio para impedir que se oficializara la victoria de Joe Biden como nuevo jefe de Estado. El panorama de ese domingo en Brasil daba cuenta de una ‘marea humana’ ingresando en el edificio, sede de la Cámara de Diputados y del Senado.