Salvador Dalí, uno de los padres del movimiento surrealista, vuelve a los titulares por cuenta de una orden emitida por una jueza para exhumar su cadáver. La causa: Pilar Abel Martínez, una astróloga y tarotista, que dice ser su hija, logró convencer a la jueza de que su causa vale la pena. Abel lleva más de diez años alegando que el artista es su padre, y en 2015 llevó a los tribunales su demanda de paternidad. Asegura ser el fruto de un romance furtivo con su madre, que tuvo lugar en 1955, cuando era empleada doméstica. El testimonio de sus familiares y conocidos logró por fin que la jueza aceptara que la extracción del cuerpo, enterrado hace 28 años, es definitiva para el caso. El procedimiento no será sencillo, ya que la Fundación Gala-Salvador Dalí anunció que presentará un recurso para oponerse a la exhumación. Es fácil entender por qué si se tiene en cuenta que de confirmarse la paternidad, Martínez recibiría el 25 por ciento de la herencia del pintor, en detrimento de la fundación y del Ministerio de Hacienda y Obras Públicas, actuales herederos.