La famosa Mansión Playboy ubicada en Beverly Hills guardó múltiples historias de varias mujeres que pasaron por ella en compañía de su fundador, Hugh Hefner.

Pero recientemente se revelaron varios detalles de cómo vivían las mujeres en esta mansión y las estrictas reglas que debían cumplir para no ser expulsadas por el multimillonario.

Jenna Bentley de Montana llegó a la mansión Playboy cuando tenía tan solo 18 años y vivió ahí entre 2007 y 2008, hoy tiene un poco más de 31 años.

Por un largo tiempo vivió junto al magnate, en la llamada Bunny House (Casa de las conejitas). Con el pasar de los días, ella misma fue testigo de las duras cosas por las que tenían que pasar estas mujeres para quedarse en la mansión.

La famosa Mansión Playboy ubicada en Beverly Hills guardó múltiples historias de varias mujeres que pasaron por ella en compañía de su fundador Hugh Hefner.

Jenna Bentley vivía en la casa que quedaba junto a la gigante mansión de Hefner, la cual era habitada únicamente por él y sus esposas o novias oficiales. Las demás conejitas vivían en otro espacio.

“Había un teléfono que llamamos ‘Dial-a-Dream’ porque podías presionar 0 y pedir lo que quisieras, en cualquier momento del día o de la noche. Por ejemplo, si quería papas fritas de McDonald’s a las 3 a. m., saldrían a buscarlas”, comentó de su experiencia en este lugar en entrevista al medio británico Jam Press.

Asimismo, recalcó que no eran prisioneras, pero sí debían cumplir con un toque de queda que comenzaba a las 9:00 p. m., de lo contrario debían enfrentar duras sanciones.

“Quiero decir, a pesar de que teníamos un toque de queda a las 9:00 p. m., no era como si fuéramos prisioneras. Aunque si no llegabas al toque de queda, terminabas durmiendo en el patio. Fueron muy estrictos al respecto. Y no se nos permitía tener novios, incluso conocer chicos era una razón para la expulsión inmediata”, reveló la exconejita.

Pero el motivo por el que las mujeres seguían en el lugar a pesar de estas duras medidas eran los beneficios que obtenían en cuanto a la vida que podían darse: “Este lugar en el que vivíamos tenía cines, animales, camas elásticas, estilistas. Era una casa de juegos de Barbie de la vida real. Había sirvientes que cocinaban y limpiaban”, señaló.

Además, en entrevista con ese medio habló de las legendarias fiestas que se vivían en la casa, algo por lo que se conocía la mansión de las conejitas Playboy, en las que asistían una gran cantidad de celebridades. De hecho, Jenna Bentley recordó una fiesta en la que asistieron Angelina Jolie, Tommy Lee, Pamela Anderson y Dennis Rodman.

”Nunca habrá nada igual que sus fiestas. Quiero decir, la gente piensa que eran salvajes, pero eran más salvajes de lo que puedes imaginar (...), vi a muchas celebridades tener sexo allí”, reveló.

También habló de las intimidades de Hugh Hefner y su relación con el resto de las mujeres: “Nunca tuve relaciones con Hef, nunca, pero una vez lo encontré teniendo sexo. Obviamente, nunca puedo decir con quién fue. Todo lo que puedo decir es que había cuatro personas, incluido él”.

Sobre cómo eran los mecanismos en la mansión, la modelo contó que cada mujer tenía la posibilidad de quedarse por un mes en la misma casa que dormía Hefner. En su caso ella era la ‘señorita abril’, por lo que durante ese mes podía estar en la mansión principal.

“Tenía que ayudar con la pintura corporal, los comunicados de prensa, salir con Hef y esas cosas. Creo que muchas de las chicas intentaron acercarse a Hef para poder conseguir más dinero, pero cuando yo estaba cerca, como cuando él tenía 80 y 90 años, no tenía sexo con ninguna de las chicas”, contó.

Sobre el magnate, la modelo aseguró que tenía un “corazón gigante” y solía ser “agradable y amable con todos. Siempre hacía todo lo posible para que todos se sintieran cómodos”.

En ese sentido, concluyó que ”fue un sueño hecho realidad vivir en la casa, sentías que eras especial y que Hef solo tenía ojos para ti. Cuando hay millones de chicas que quieren estar en la posición en la que estás, definitivamente te sientes importante”.

Como se sabe, Hefner murió en 2017 de causas naturales en su hogar de Beverly Hills.

Maestro del marketing, la habilidad de Hefner para la autopromoción hizo imposible desentrañar su imagen de la de su imperio.

“Mi padre vivió una vida excepcional e impactante como pionero mediático y cultural y una voz destacada de algunos de los movimientos sociales y culturales más importantes de nuestro tiempo en la defensa de la libertad de expresión, los derechos civiles y la libertad sexual”, declaró en su momento su hijo Cooper Hefner, jefe creativo de Playboy Enterprises.