El martes 26 de julio la noticia de la muerte del cantante Darío Gómez dejó conmocionados a los artistas de la nueva generación del despecho, familiares y fanáticos que por décadas han seguido los pasos del ‘Rey del Despecho’.

Con 71 años, Gómez partió de este mundo y, al ser el maestro y papá de la música popular, uno de los géneros más relevantes en Colombia, al Atanasio Girardot, ubicado en el occidente de Medellín, llegaron cientos a despedirlo.

Darío Gómez consolidó una carrera desde muy joven, lo rememoran por sus historias de vida y luchas que atravesó con poca edad. Es así como su familia y fanáticos lo homenajean en la capital antioqueña, pero en esta despedida no solo está la multitud de personas, sino que también figuran Abril y Bethoven, sus mascotas.

La dupla de caninos hacen acto de presencia en el sentido homenaje para Darío. SEMANA se encuentra cubriendo la despedida del cantante de ‘Sobreviviré' y habló con sus familiares sobre los “chachorros”, así era el apodo que el fallecido artista le tenía a sus mascotas.

“Él les decía mis chachorros y les cantaba: mis chachorros, cachorritos, todo el tiempo les cantaba (...); él les alcahueteaba absolutamente todo, que dañaran lo que fuera, que no le importa, que dañen lo que sea que eso yo lo repongo”, rememoró Johana Vargas, la pareja del ‘Rey del Despecho’, sobre cómo él trataba a Abril y Beethoven.

Los “chachorros” son traviesos, dañaron varios elementos del hogar, pero eran los consentidos de Gómez, así que no había problema por ello. Johana contó que los acariciaba mucho “se tiraba a la cama, lo lamían, él les hacía como cosquillas, les daba besos”, recordó, y agregó que los caninos no estuvieron presentes en el momento de la muerte del artista.

La perrita presintió cuando murió sin que nadie supiera

La partida del exponente del género popular, que no suele faltar en las cantinas y fiestas de todo tipo en Colombia, hizo que especialmente Abril cambiara.

“Ella, el día que él falleció por la tarde, cambió. No sabíamos nada, pero ella cambió; inmediatamente se quedó en la casa, no quería salir, parecía como si estuviera enfermita (...), el comportamiento nervioso”, dijo Vargas a SEMANA; también señaló que los perritos vieron a su dueño en el ataúd, en la funeraria.

“Ya se los puse, lo lamieron, lo olieron, se querían tirar encima”, detalló y agregó que Abril parecía querer irse con él.

Por su parte, Daniela, nieta del ‘Rey del Despecho’, rememoró que el cantante dijo en vida que cuando él muriera su familia tenía que llevar a los perritos para que las mascotas lo vieran y no pensaran que los había abandonado: “Trajimos los perritos para que vieran que él se había muerto, no que los había abandonado”.

Así mismo, recalcó que Abril y Beethoven dormían con el artista antioqueño, estuvieron al lado de él y le sacaron mil sonrisas.

En el Atanasio, las lágrimas, los abrazos, las flores y la música, hacen parte de la despedida para el ‘Rey del Despecho’.

“Daniela, soy tu abuelo materno”, es la frase que millones de colombianos cantaron, y que al mismo tiempo reflejaba la tristeza del cantante, tras la muerte de su hija y la pérdida que había tenido su nieta a tan corta edad.

SEMANA captó cómo cariñosamente se mantuvo cerca mientras le dedicaba las últimas palabras a una de las personas que más la amó en la vida.

La joven, de 26 años, habló con SEMANA. “Hoy quiero darles las gracias a todos por apoyar a mi abuelo. Y a él por ser el mejor padre, el mejor abuelo, la persona más maravillosa que he conocido en mi vida”, dijo.

Contó cómo su abuelo siempre le cantaba la canción ‘Daniela’ y cuando se subía al escenario le pedía que lo acompañara en la tarima apenas comenzaba a entonar la melodía. “El siempre estuvo para mí y me dio los mejores momentos de la vida”, narró.

Daniela, la nieta de Darío Gómez. | Foto: SEMANA