Para asegurar la sobrevivencia de la institución, a los miembros de la monarquía les ha tocado volverse cada vez más cercanos a la gente y aceptar las cosas que la sociedad acepta.
Antes, a la realeza no se le tocaba, lo cual hoy se ha flexibilizado un poco, de modo que no es raro ver a la princesa de Gales o al príncipe Harry repartiendo abrazos.
Otra cosa impensable en el pasado era tomarse ciertas confianzas con miembros de las familias reales, como hacerles chistes o decirles piropos, por muy distendidos que estos se mostraran.
Al respecto, la reina Isabel era conocida por correr un poco el límite de la familiaridad de vez en cuando, pero no le gustaba cuando la gente quería ir más allá.
Su nieto, el príncipe William, príncipe de Gales, no pudo hacer lo mismo este viernes durante la inauguración del Oak Cancer Centre en el Royal Marsden, en Londres, uno de los más hospitales de tratamiento de cáncer líderes en el mundo.
Allí, uno de los enfermos, se pasó un poco de la raya, pero él supo capotearlo con su habitual simpatía con la gente.
El futuro rey William V se paseó por algunas habitaciones y salas del centro y en uno de ellos emprendió una conversación con un paciente lleno de buen humor.
El hombre miró a William con asombro y le dijo: “Eres un c... bien alto, ¿no?’”.
En efecto, el príncipe mide 1,91 metros y, pese a la palabra soez, se lo tomó jocosamente también y le respondió: “Estoy usando tacones”, lo que suscitó risas entre los médicos y demás pacientes que los rodeaban.
El paciente chistoso estaba con su esposa, quien empezó a comentarle al príncipe la admiración que sentía por el personal del hospital, que llevaba diez años cuidando de su marido.
El paciente, en cambio, seguía en su onda colorida y le comentó al príncipe: “¿Ves a toda esta gente? Son feos, pero buenos”, lo que hizo que el hijo de Lady Di estallara en carcajadas.
Mientras que la esposa trataba de dirigir la conversación a un plano más serio, elogiando las nuevas instalaciones, su marido desvió ahora la conversación a Kate Middleton, la esposa de William.
“Y tu esposa no está nada mal. Es una linda mujer”, le comentó tranquilamente a William.
En otro tiempo, eso habría sido como una falta de respeto mayor hacia un miembro de la familia real, pero William demostró que sabe lidiar con situaciones, así que siguió en la misma tónica.
“Eres un parlanchín. Las enfermeras te tienen entre ojos”, le dijo al osado paciente, lo que provocó más risas en los presentes.
Como lo comentó People, William está acostumbrado a que la gente haga comentarios elogiosos sobre su princesa.
Hace dos años, durante una visita a Irlanda, una ciudadana llamada Angela Moran le expresó cuánto admiraba a Kate, a lo cual él contestó: “muchas gracias”. La mujer replicó: “La quiero” y él añadió: “Yo también, gracias por decirlo”.
La visita también tuvo un significado sentimental para William, ya que es el presidente del hospital Royal Marsden, un cargo que ocupó su madre, la princesa Diana.
“El Oak Cancer Center es un hito importante, tanto en la historia del Royal Marsden como en el futuro del diagnóstico temprano”, manifestó el príncipe de Gales en su discurso.
“Me encantó lanzar el llamamiento para esta instalación hace ocho años y colocar la primera piedra en 2020, por lo que estoy increíblemente orgulloso de estar aquí con todos ustedes en este hermoso edificio”, expresó.