Desde que llegó a los pasillos de la redacción, siempre promovió temas de equidad de género, proyectos sociales y causas ambientales. Creó la Fundación Semana, que lideró proyectos en varias regiones del país y, en especial, ayudó a promover un laboratorio de paz que movilizó más de 100 entidades públicas y privadas para reconstruir el corregimiento de El Salado, Bolívar, escenario de una de las peores masacres de la historia. Con la revista Semana Sostenible, pionera en su género en Colombia, se lanzó desde 2010 a la tarea de divulgar temas sociales y de sostenibilidad, que en ese momento apenas despuntaban en la sociedad. Y, como el ejemplo comienza en casa, trabajó para que esta empresa se ciñera a los lineamientos de sostenibilidad que el mundo contemporáneo requiere. Hoy, gracias a ella, SEMANA tiene la sostenibilidad en su ADN y el compromiso ambiental como uno de los ejes prioritarios.
Más adelante, en la presidencia del Grupo, dedicó sus esfuerzos a consolidar la transición de los contenidos impresos a los distintos formatos digitales. Bajo su liderazgo, esta empresa dio un salto hacia la transformación digital, entendiendo que, en el vertiginoso mundo de hoy, un medio de comunicación no solo vive de la calidad de su información, sino de la fortaleza de su tecnología. Nuestra hasta hoy presidenta es consciente de que tiempos extraordinarios requieren respuestas extraordinarias. Y ante los enormes estragos que ha dejado la pandemia, sobre todo, en los sectores más vulnerables, ha decidido concentrarse en su proyecto más reciente. Se trata de Detonante, la empresa que fundó hace siete años con la idea de impactar a la sociedad por medio de la innovación social y la cultura. Sus festivales en Quibdó, Chocó, o en el Bronx en Bogotá, en los que se entremezclan la cultura, la música y el emprendimiento, son solo la punta del iceberg de una nueva generación comprometida con ayudar a reconciliar el país desde los territorios, las ideas y la diversidad.
María es una gran profesional, pero ante todo una extraordinaria persona. Su carisma, su entusiasmo y su sensibilidad siempre fueron un impulso vital para todos nosotros y para que proyectos que se consideraban imposibles llegaran a buen puerto. SEMANA pierde uno de sus motores, pero nos consuela que esto nos sucede por una buena causa. Nos hará mucha falta.