En 2009, cuando empezaba a tomar auge la influencia de las redes sociales sobre los jóvenes, surgió una serie que cautivó por el derroche de talento de sus protagonistas, pero también por abordar viejas y nuevas problemáticas en torno a la sexualidad, el racismo, la socialización, el trabajo en equipo, o el deseo de triunfar en la web.
El buen resultado del programa no se reflejó únicamente en sus altos índices de sintonía, sino que impactó además otros campos. Solo por citar un caso, en el año de su estreno, el elenco de la serie logró ubicar 25 sencillos en la lista Billboard Hot 100, algo que no pasaba con un artista desde 1964, cuando The Beatles llevaron 33 temas a esa famosa selección.
La serie narraba las peripecias de un grupo de muchachos del colegio de bachillerato William McKinley, en Lima, Ohio, que integran un “glee club”, la tradición estadounidense del canto en coro de piezas pequeñas en tríos o cuartetos. Entre sus protagonistas se encontraban actores juveniles como Lea Michele, Naya Rivera, Cory Monteith, Chris Colfer y Darren Criss, entre otros. Cada capítulo causaba sensación por los dramas que proponía, pero también por el soberbio show que los protagonistas ofrecían en cada entrega.
El resultado, todo un fenómeno mundial que configuró un nuevo caso de fama mal conducida en los difíciles años de la adolescencia. Pronto, el que era supuestamente el programa más alegre y musical de la televisión, se convirtió en una fuente de titulares de la prensa amarillistas, pues los dramas de sus actores traspasaron de la pantalla a la vida real.
Tal es justamente el tema de Glee: triunfo, verdad y tragedia, documental de tres episodios que se estrena este 19 de mayo, a las 10:30 de la noche, en la plataforma de streaming HBO Max y por Discovery Chanel. Por un lado, la miniserie evoca como fue que Glee llevó al estrellato internacional a un grupo de desconocidos. Por el otro, reconstruirá el ambiente en el set y revelará detalles de las tragedias que afectaron al grupo.
Como se recuerda, llegó un momento en que Glee también fue noticia por sucesos tan lamentables como la muerte de Corey Monteith por una sobredosis accidental de drogas, en pleno furor del programa, en 2013. Más adelante, ya cuando la serie había dejado de transmitirse, Mark Salling se suicidó, tras declararse culpable en un proceso de pornografía infantil, en 2018; y Naya Rivera perdió la vida ahogada en 2020.
El programa, informó HBO Max, “muestra las vidas de los integrantes del elenco dentro y fuera del set de filmación por medio de entrevistas que traen a la luz las exigencias de participar en un éxito de la televisión y los dramas enfrentados tras bambalinas”.
En particular, hablan allegados a los artistas fallecidos, pero el programa también trae revelaciones como el modo en que los artistas competían por ganar seguidores en las redes sociales, la predicción de uno de ellos de su propia muerte, la confusión por el romance de Lea Michele y Corey Monteith o el acosador que atormentó a un miembro del reparto.