“Maradona no es una persona cualquiera, es un hombre pegado a una pelota de cuero. Tiene el don celestial de tratar muy bien al balón, es un guerrero”, cantó alguna vez Andrés Calamaro, dejando claro el amor y la adoración que los argentinos (y muchos fanáticos del fútbol en todo el mundo) siempre han sentido por el diez, a pesar de sus escándalos y sus metidas de pata.
Y es que en Maradona siempre hubo dos personas en una: el genio, el que mejor jugaba fútbol en todo el mundo y quien emocionaba a millones con sus gambetas y sus jugadas maravillosas, y el rebelde, que hacía goles con la mano, metía drogas, aparecía borracho o drogado en público y siempre decía lo que pensaba, sin importar quien estuviera a su lado.
Este miércoles, cuando la noticia de su muerte conmociona a todo el mundo, muchos han recordado por igual sus escándalos y sus triunfos, que maravillaron a todos los fanáticos del fútbol, y siguen haciéndolo hoy con los más jóvenes, que ven sus jugadas y sus goles por YouTube.
Estos son los momentos definitivos de su carrera, esos que pasarán para siempre a la historia del fútbol:
1. Su sueño de niño:
Maradona, el quinto de ocho hijos de una pareja que vivía en Villa Fiorito, al sur del Gran Buenos Aires, siempre quiso jugar fútbol y ganar un mundial. En un video grabado a blanco y negro, cuando era una de las pequeñas promesas de Los Cebollitas, el equipo de divisiones inferiores de Argentinos Juniors, ya lo decía frente a las cámaras: “mi primer sueño es jugar en el mundial y el segundo es salir campeón”.
2. Su debut en Argentinos Juniors
Debutó el 26 de octubre de 1976, a los 16 años, con Argentinos Juniors, el mismo equipo que lo había fichado de pequeño. Ingresó en el segundo tiempo con la camiseta 16 y aunque su equipo perdió 1 a 0 con Talleres, Maradona pronto se convirtió en la sensación del campeonato argentino. Un mes después convirtió su primer gol.
3. Campeón juvenil con Argentina
Maradona no tardó mucho en llegar a la selección juvenil de su país, dirigida por ‘el flaco’ César Luis Menotti, quien también dirigía la selección mayor. Una de sus primeras decepciones, de hecho, fue que él no lo convocara (ni como suplente) para jugar el mundial de 1978, que Argentina terminó ganando con una gran actuación de Mario Alberto Kempes. Aún así, se desquitó un año después, cuando comandó al equipo sub 20 de Argentina que ganó el mundial de la categoría en Japón. El mundo estaba avisado: un genio estaba en camino a las grandes ligas.
4. Su primera etapa en Boca Juniors
Maradona llegó al club más importante de su país, el Boca Juniors de Buenos Aires, en 1981. Como el club pasaba por una mala situación económica y él se empeñó en jugar allí y no en River Plate, que tenía lista la plata para comprarlo, lo cedieron a préstamo por un año. Allí, luego de unos primeros meses difíciles, deslumbró con su talento individual, aunque el equipo no pudo lograr mayor cosa. Un año después, en el mundial de España 1982, en donde todos esperaban que deslumbrara, Maradona volvió a fracasar.
5. Sus goles a los ingleses y el mundial de 1986
Cuatro años después, Maradona llegó con mucha más madurez, pues ya había pasado por el Barcelona y estaba en el Nápoles. Esta vez, sin embargo, la Selección Argentina, dirigida por Carlos Salvador Bilardo, no levantaba muchas expectativas y recibía críticas de la prensa. Pero Maradona, como capitán, los llevó a lo más alto. No solo quedaron campeones del mundo por segunda vez en su historia, sino que Diego tuvo la mejor presentación individual que se haya visto en la historia de los mundiales. Para el recuerdo: sus dos goles a Inglaterra en los cuartos de final, uno con la mano y otro, con una corrida memorable desde la mitad de cancha que aún hoy, los expertos califican como el mejor gol en la historia de los campeonatos mundiales.
6. Su consagración en el Nápoles
Luego del mundial de 1982, Maradona había llegado al F.C. Barcelona, en donde ganó la Copa del Rey, pero de donde salió por una lesión. En 1984 lo vendieron al Nápoles, un pequeño club del sur de Italia que nunca había ganado nada, que había estado a punto de descender y al que siempre humillaban los equipos del norte, como el Milan, el Inter o la Juventus. Y aunque al inicio ni siquiera con Maradona encontraron el rumbo, luego de su consagración en el mundial de México, la cosa fue a otro precio: ganaron dos scudettos, varios trofeos, incluyendo dos copas UEFA (la hoy Copa de Europa) y humillaron a los equipos del norte.
7. Su primera suspensión
Maradona había probado las drogas por primera vez cuando estaba en Barcelona y eso le cambió la vida para mal. Su talento en la cancha seguía siendo incuestionable, pero fuera de ella daba mucho que pensar. El punto de inflexión fue el mundial de 1990 en Italia. Maradona llevó a Argentina nuevamente a la final, a pesar de que el equipo jugaba mal y dependía mucho del arquero, pero perdió con Alemania el partido más importante, que Maradona consideró toda su vida un robo del árbitro. Los italianos, que no le pudieron perdonar que los eliminara en semifinales en el estadio de Nápoles, le encontraron un positivo por cocaína en 1991 y lo suspendieron por 15 meses.
8. “Me cortaron las piernas”: Estados Unidos 1994
Maradona salió de Italia y luego de su suspensión anduvo por Sevilla y Newell’s Old Boys, de Argentina. Se había retirado de la Selección de su país, pero la derrota por 5 a 0 ante Colombia para las eliminatorias del mundial de 1994 lo llevó a regresar, luego de someterse a una sesión de entrenamientos rigurosa. Gracias a él clasificaron al mundial y durante los primeros partidos en Estados Unidos volvió a deslumbrar al mundo. Pero luego del partido contra Nigeria le hicieron un control antidopaje y encontraron efedrina. Lo sacaron para siempre de la selección, que perdió el rumbo y fue eliminada por Rumania. Él siempre dijo que le habían tendido una trampa y que le habían cortado las pierna
9. Su retiro del fútbol
Maradona regresó al fútbol en Boca Juniors para el torneo de 1997, pero ese mismo año, justo cuando cumplió 37 años, se retiró del fútbol profesional. Su partido de despedida oficial, jugado el 10 de noviembre de 2001 en la Bombonera, estuvo lleno de ídolos futbolísticos de todos los tiempos y fue transmitido a varios países. Allí pronunció una de sus frases más famosas: “la pelota no se mancha”.
10. Su faceta de técnico
Una vez fuera del fútbol la vida de Maradona estuvo llena de polémicas y escándalos. Su salud empeoró varias veces y su adicción al trago y a la droga le siguieron pasando factura, incluso cuando estaba de espectador en un partido del mundial de Brasil 2014. Mientras tanto intentó ser presentador de televisión y manager, pero terminó decantándose por ser director técnico. Dirigió varios equipos hasta el final de su vida, pero su momento de gloria en esa labor fue cuando dirigió a Argentina en el mundial de Sudáfrica 2010. Logró llevarlos a cuartos de final, pero allí Alemania los eliminó con cuatro goles.
11. Su decadencia y muerte
Maradona siguió dirigiendo equipos, pero su salud se deterioraba. Estuvo en Arabia Saudita, México y en Argentina, en donde estuvo al frente de Gimnasia y Esgrima La Plata. Unos días después de cumplir 60 años y ser homenajeado por el mundo del fútbol, terminó ingresado en un hospital en donde lo operaron de urgencias por un coágulo en el cerebro. Todo salió bien, pero unas semanas después sufrió un paro cardiorrespiratorio y murió, dejando en luto al mundo del fútbol.