“Hay una cosa que no se compra ni con todo el oro del mundo y eso ustedes siempre me lo han regalado sin que tenga que ponerles una pistola en la cabeza”, dijo Vicente ‘Chente’ Fernández en la presentación de su último concierto en el estadio Azteca, en México, en 2016. “Su presencia, su cariño, su respeto y sus aplausos”, agregó con voz entrecortada.
Un azteca en el Azteca, nombre del concierto y de uno de los álbumes más exitosos del cantante, fue un ‘show’ al que asistieron cerca de 85 mil personas, las cuales ovacionaron al ‘rey’ en su país natal.
‘Chente’ nació el 17 de febrero de 1940 en el pueblo de Huentitán El Alto, Jalisco, México, y con tan solo seis años sus allegados recordaron que desde entonces soñaba con una carrera musical. A los 8 años ya incursionaba en la guitarra y, rápidamente, gracias a las enseñanzas que recibió, aprendió y continuó su camino en la música folclórica. “Desde lo que puedo recordar, cuando yo tenía 6 o 7 años, iba a ver las películas de Pedro Infante y le decía a mi mamá: ‘Cuando yo crezca voy a ser como ellos’”, aseguró Vicente en su página web oficial.
Gracias a su gran ambición, a los 14 años ganó el primer lugar en un concurso amateur en Guadalajara, y este paso le abriría el camino a una vida llena de música y éxitos a quien, incluso, fue conocido como el cuarto “gallo” entre los más grandes cantantes mexicanos de todos los tiempos: Jorge Negrete, Pedro Infante y Javier Solís.
Fue entonces, en 1954, cuando comenzó a tocar en restaurantes y bodas de amigos y familiares, y a pesar de los obstáculos, la determinación de ‘Chente’ lo impulsó a superar cualquier adversidad de la mejor manera: cantando.
En el año 1963, tras hacer crecer su fama, Fernández conoció al amor de su vida (su esposa) y vio alejarse otro, pues su madre, Paula Gómez, falleció de cáncer a los 47 años de edad. En diciembre de ese año ‘Chente’ se casó con María del Refugio ‘Cuquita’ Abarca Villaseñor. Con ella y al poco tiempo, Vicente se convirtió en padre de cuatro hijos: Vicente, Gerardo, Alejandro y Alejandra.
Con una vida armada, Fernández avanzó en su carrera musical y se unió a grupos de mariachi muy conocidos en el país, como El Mariachi Amanecer de Pepe Mendoza, y el Mariachi de José Luis Aguilar. Con el tiempo, empezó a conocer distintas compañías discográficas con el objetivo de firmar con alguna, cosa que logró hacer con XEX. De la mano de la compañía, el cantante siguió construyendo su fama local, hasta que logró, poco a poco, escalar en el mercado internacional.
A pesar de que no fue un camino relativamente fácil, el talento de Vicente era indudable, y como algunas cosas en su vida, cuando algo se iba, algo más grande llegaba.
Javier Solís era el cantante de boleros y rancheras más popular en México, pero debido a unas complicaciones en una operación de vesícula a la que fue sometido, la mañana del 19 de abril de 1966 falleció. Luego de la triste noticia, ‘Chente’ empezó a recibir llamadas de las discográficas que lo habían rechazado antes.
El cantante, quien firmó con CBS, hoy en día Sony Music, empezó a grabar sencillos conocidos por todos, como ‘Tu camino y el mío’ y ‘Cantina del barrio’, y los álbumes ganadores, entre los que se encuentran ‘Soy de abajo’, ‘Ni en defensa propia’ y ‘Palabra de rey’. Fernández logró vender más de 65 millones de discos.
Fue entonces cuando el músico comenzó a darse a conocer y su popularidad alcanzó todos los escenarios culturales posibles, pues en 1971 ‘Chente’ realizó su primera actuación en cine en la película mexicana ‘Uno y medio contra el mundo’.
Así, Vicente Fernández continuó construyendo su imperio cultural, en el que grabó más de 25 álbumes y siete películas, y llegó a ser comparado con otros grandes y reconocidos músicos, como Frank Sinatra. En 1991, por ejemplo, cuando Fernández estaba en Houston, Texas, en uno de sus tours por Estados Unidos, el medio local ‘The Houston Chronicle’ lo anunció como “el Sinatra de las rancheras”.
Esto porque, al igual que Sinatra, ‘Chente’ se convirtió en el rey y en un ícono de la música ranchera en México y en el mundo. Además de este reconocimiento simbólico, es preciso mencionar que Fernández también recibió un sinfín de premios y reconocimientos, entre los que se destacan premios Grammy y Premios Lo Nuestro, además de contar con una estrella en el “Paseo de la Fama” de Hollywood.
Por más de 50 años, Vicente Fernández fue celebrado como el más grande cantante vivo de México, al que se le atribuyeron múltiples cualidades como persona y artista.
Fernández es, básicamente, un cantante inigualable; su profunda voz ha cautivado a millones de personas y su carisma lo dejó sembrado en los corazones de sus fanáticos.
El hombre que puede cantar sin micrófono y hacerse oír en todo el estadio, quien falleció a los 81 años, dejó un legado que vivirá eternamente en sus seguidores. Vicente será recordado, además de su voz, como “el orgulloso charro o ‘cowboy’ mexicano”, como asegura su página oficial.
Vicente Fernández seguirá siendo el ‘rey’.