Las campañas políticas son épocas en las que todo parece valer. Grandes sumas de dinero son gastadas, eventos multitudinarios son organizados y líderes de opinión son reclutados, de una u otra manera, para manifestar su apoyo al candidato que más afinidad tenga con estos. En Colombia, por ejemplo, un significativo número de artistas se pronunciaron en contra del gobierno Duque durante el estallido social de 2021 y luego apoyaron a Gustavo Petro en las elecciones de 2023.
El cantante bogotano Andrés Cepeda recientemente rompió el silencio sobre esa tendencia política que tuvieron muchos de sus colegas, la cual siente que fue producto de una manipulación.
Y es que tras la reunión del pasado 25 de mayo, en la cual se reunieron representantes de varios sectores de la cultura con el presidente, los cantantes, bailarines, actores, artistas plásticos y escritores dejaron ver lo que les aqueja, enfocándose en la falta de apoyos del Estado para el ejercicio de su trabajo. La labor del ministro Jorge Zorro también fue criticada.
De ese encuentro, precisamente, se han derivado pronunciaciones como las de Cepeda, en las que intérpretes siguen levantando la voz en contra del abandono que denuncian.
“Desafortunadamente, el Estado siempre ha estado en deuda con la cultura. Usaron a los artistas en campaña, eso me parece triste, pero es una deuda que el Estado colombiano siempre ha tenido con la cultura”, comentó en entrevista con el diario El Espectador.
Así las cosas, el vocalista siguió hablando de esa deuda que el gobierno actual tiene con su gremio, pues insistió en que les toca “trabajar con las uñas” y exhortó a poner más cuidado “a lo que hacemos con nuestro propio trabajo”, sumado al apoyo de la empresa privada, pero sin un respaldo público.
En ese sentido manifestó que “falta el apoyo a la gente que tiene ideas, que es creativa, que están tratando de hacer teatro, cine, artes plásticas, literatura, música, de todo, podría ser mucho mejor y un rubro mucho más importante dentro de lo que maneja el Estado, eso valdría la pena para todos”, cerró en su diálogo con el medio en cuestión.
Lo anterior recuerda entonces a lo dicho recientemente con el actor Santiago Alarcón, de El man es Germán o Garzón vive.
“Señor Gustavo Petro. Muchos votamos con la ilusión de no ver en Colombia lo mismo de siempre. Hoy seguimos con masacres, policías asesinados, corrupción, etc. Vaya a configuración y revise cuánto tiempo del que está gastando en el celular lo puede usar para ejecutar lo que prometió”, trinó el histrión el pasado 3 de marzo.
Por su parte, el ahora empresario del teatro Robinson Díaz le contó a SEMANA cómo se ha sentido con el voto de confianza que le dio a Petro desde su perspectiva.
“Hay que dejar que arranque el proceso en el que creímos muchos con este gobierno. Y, sobre todo, no quedarse de brazos cruzados, esperando que un gobierno nos solucione todo. Yo aporto como un empresario del arte que paga sus impuestos y produce prosperidad y da empleo. Es que hay que salir de la mentalidad de que el que hace cultura es un loquito marihuanero. Eso ya está mandado a recoger. Pero es cierto también que el Gobierno tiene que despertar y darse cuenta de que tiene un activo poderosísimo en todo el país con las artes. No se puede seguir postergando eso”, confesó.
Sin embargo, en medio de todo el dramaturgo confía en que pueda haber un cambio. “Es cierto, pero Petro es un tipo que escucha. Aún tiene tres años para materializar esas reformas, incluida la de la cultura. Ahora, sé que Gustavo Petro no es la panacea, ni huevón que fuera. Pero por lo menos se sienta a conversar con los artistas. No es menos cierto que urge que entienda que se necesitan más salas concertadas, dotar a los teatros de mejores equipos, ofrecer mayores estímulos a los artistas, más sedes culturales. No todo puede ser festivales, reguetón y aguardiente, que es lo que mucha gente piensa que es la cultura. Lo cierto es que Colombia es un país en obra. Y quieren que Petro hagan en ocho meses, lo que se ha demorado más de 200 años”, acabó asegurando.