“Entre los millonarios, como entre los demás seres comunes y corrientes, hay de todo: gentes de gran talento y esforzado trabajo, que han hecho su fortuna prestando una gran contribución a la humanidad, como Bill Gates o Warren Buffett, y que, además, destinan buena parte de su inmensa fortuna a obras de beneficencia y servicio social, o imbéciles racistas como el señor Donald Trump, ridículo personaje que no sabe qué hacer con su tiempo y sus millones y se divierte en estos días como aspirante presidencial republicano insultando a la comunidad hispánica de Estados Unidos —más de cincuenta millones de personas— que, según él, son una chusma infecta de ladrones y violadores”. Así, con esa oración de 112 palabras, abre Mario Vargas Llosa su más reciente columna en El País de España titulada Un millonario se divierte. El escritor peruano, que ha dado a conocer sus posturas a favor del libre mercado y se ha pronunciado en contra de la izquierda, esta vez se despachó contra la extrema derecha y las polémicas posiciones antinmigración del precandidato republicano Donald Trump. “Los dislates de un payaso con dinero no tendrían mayor importancia si las estupideces que Trump dice a diestra y siniestra en su campaña política —entre ellas figuran los insultos al senador McCain, que peleó en Vietnam, fue torturado y pasó años en un campo de concentración del Vietcong— no hubieran tocado un nervio en el electorado norteamericano y lo hubieran catapultado a un primer lugar entre los precandidatos del Partido Republicano”, continúa en su columna. Pero el Nobel no se quedó en los insultos contra Trump, también analizó con criterio el tema de los inmigrantes, que ha resultado neurálgico en estas elecciones. En lo cuantitativo, Vargas Llosa refuta la afirmación según la cual la inmigración mexicana hacia Estados Unidos ha aumentado. La Oficina del Censo –reseña el escritor– informó que en la última década “el flujo migratorio procedente de México cayó de 400.000 a 125.000 el año pasado. Y que la tendencia sigue siendo decreciente”. Pero el escritor fue más allá y destacó las bondades de ese país, que le ha ofrecido al mundo oportunidades laborales. “Estados Unidos son la mejor prueba de que una sociedad multirracial, multicultural y multirreligiosa puede existir, desarrollarse y progresar a un ritmo muy notable, creando oportunidades que atraen a sus playas a gentes de todo el planeta”. Vargas Llosa, que es considerado un liberal en el sentido amplio de la palabra, calificó al país como “la primera potencia multicultural de la historia moderna”. La propuesta del Nobel no riñe con el sistema que hasta el momento ha promovido Estados Unidos, por el contrario, pareciera buscar fortalecer el camino que hasta el momento ha recorrido ese país. No escatimó en rendirle los elogios y llamó a los países a seguir su ejemplo. “Estados Unidos son la sociedad punta de nuestro tiempo, el ejemplo que tarde o temprano deberán seguir –abriendo sus fronteras a todos– los países que quieran llegar a ser (o seguir siendo) modernos, en un mundo marcado por la globalización”. Vargas Llosa apuntilló su diatriba contra Trump con el siguiente comentario. “Se puede ser millonario siendo (...) un tonto irrecuperable y un inculto pertinaz, y todo parece indicar que el señor Trump pertenece a esa variante lastimosa de la especie”.