Greeicy es una de las cantantes más talentosas y divertidas de Colombia, quien no solo ha enamorado con canciones como Destino, Amantes y Mi pecadito, sino que también le saca muchas risas y carcajadas a sus más de 21,8 millones de seguidores, con pilatunas y momentos icónicos familiares que vive con su actual pareja Mike Bahía, su hijo Kai y el resto de su familia.
Esta vez la víctima de las jugarretas de la caleña fue su sobrina, quien está pasando una temporada junto a Greeicy y en este momento es la cantante la que está al cuidado de la pequeña. Por ende, es quien tiene que seguir al pie de la letra las instrucciones de cuidado, como qué alimentación darle, hacia dónde llevarla o a qué hora la chica debe dormir, pues como es normal, muchos chicos de su edad prefieren estar pegados a los dispositivos móviles hasta altas horas de la noche.
La caleña vio que su sobrina estaba pegada a su celular en vez de estar durmiendo y por eso decidió darle una lección parental a través de una de las acciones más infantiles y divertidas para muchos: un susto. Greeicy se fue sigilosamente desde la cocina hasta la habitación donde estaba la pequeña, cuidando que ninguno de sus pasos la delatara. Cuando ya estuvo frente a la pequeña se dio el hecho.
“¡Quiubo, mijitica! Hasta qué horas, hermana… Mija, ¿qué hora es?, me apaga ya mismo ese celular… Mija, ya, ¿su mamá hasta qué hora le da permiso para estar pegada a ese celular? A dormir, hermana”, le dice Greeicy aguantando la risa para sonar seria, como una prefecta de disciplina de las viejas épocas.
Apenas la pequeña escuchó el alarido de su tía quedó petrificada entre las cobijas, tratando de comprender qué estaba pasando, para luego recuperar el aliento y sonreírle a la cantante, quien obviamente estaba registrando todo el hecho con su teléfono celular para publicarlo en sus historias de Instagram.
El video desagradable de Greeicy
Recientemente y como parte de sus videos “divertidos”, la cantante se mostró en un momento íntimo, y las críticas por parte de algunos de sus seguidores no se hicieron esperar. Aunque no mostró demás, ya que solo se dejó ver sentada en el inodoro con los pantalones abajo, lo cierto es que muchos optaron por ‘repudiar’ aquella situación. La caleña sirvió de ejemplo al famoso dicho que dice que “hasta las reinas cagan”.
“Uy no, ¿pero qué les pasa a los famosos? Han perdido todos los escrúpulos”. “Ahora también publicarán cuando están en la intimidad para coger más fama, Dios hasta dónde hemos llegado”, fueron algunos de los comentarios hechos.
Greeicy no fue la única en hacer esto. La polémica Epa Colombia fue al fondo de su propiedad, ubicada en el occidente de Bogotá, y los comentarios de felicitaciones y reconocimiento no se hicieron esperar.
Aunque suponía ser un día común y corriente, sin comentarios en contra de la influenciadora y empresaria, un bochornoso suceso despertó el coraje y pudor de muchos de sus seguidores. Sin duda la puso de nuevo en la mira de quienes constantemente la critican.
Esto se hizo por medio de un video de presentación que al principio se veía muy cordial y normal, mostrando su apartamento con la decoración y diciendo: “Amiga, que tal te pareció mi maravilloso ‘penthouse’, amor. ¿Ves? Cuando tú obras bien, bien le va amor, de no tenerlo nada a tenerlo todo, eso depende de ti y cómo obres en tu vida”, dice la empresaria, recostada en un sofá de su sala.
Entre tantos lujos, Epa sigue recorriendo su casa y llega al “baño de visitantes”, el cual, para la mayoría de las personas es un área íntima y personal. Ahora bien, sus gestos lo dicen todo. Aquí es cuando el tan emotivo recorrido llega a su parte desagradable. En primer plano sale sentada en el inodoro, como si realmente estuviera haciendo deposiciones; sus caras y los sonidos que emite mientras habla hicieron que fuera un momento bastante desagradable.
En dicha pose la influencer dice: “Amiga, pero este baño si la da; este es como el que… cuando viene alguien a visitarme, pero ya lo estrené”, indica Epa, con cara de felicidad y forzando la respiración como si estuviera haciendo fuerza. “Amiga es que estoy como suelta”, añade la empresaria, aguantando un suspiro.