Todo comienza como una película del Oeste cargada de detalles de un gran realismo, desde el cielo, las montañas, los caballos y el pueblo hasta el vestuario de los personajes y la sangre que sale de sus cuerpos cuando se ven envueltos en uno de los acostumbrados tiroteos de esa época convulsionada. Pero pronto el espectador se da cuenta de que algo no cuadra. Poco a poco se entera de que la mayoría de los protagonistas no son seres humanos, sino los robots más inteligentes y perfectos que sea posible imaginar. Porque no tiene enfrente un wéstern clásico, sino una serie de ciencia ficción: Westworld.Detrás de los paisajes imponentes y el despliegue escenográfico del Viejo Oeste norteamericano está en realidad un parque de diversiones de un futuro no muy lejano. Sus opulentos clientes aportan grandes sumas de dinero para tener la impresión de viajar en el tiempo e interactuar con los humanoides para vivir aventuras, cumplir fantasías, deseos y toda clase de emociones. Otros quieren saciar su sed de matar y pueden hacerlo sin consecuencias, pues para eso pagan. Como le dice un amigo a otro en el segundo episodio, para, en el fondo, descubrir su verdadero yo.Le recomendamos: Entrevista Antony Hopkins sobre WestworldOriginalmente, el escritor Michael Crichton creó, escribió y llevó a la pantalla grande este universo en 1973, en la película Westworld: el mundo de los robots asesinos. Ahora HBO, en su permanente esfuerzo por sorprender a riesgo de quemarse en el intento (como con la serie Vinyl), le da alas a una versión actual de diez capítulos con un enorme presupuesto de 100 millones de dólares y un reparto de categoría. Según anunció la cadena, a la serie reina Game of Thrones solo le quedan dos temporadas y por eso ya presenta lo que viene. Con Westworld pretende mantener su estatus pionero y no sufrir los embates cada vez más fuertes de Netflix, que en streaming la borra del mapa.En todo caso, los tres episodios emitidos hasta ahora muestran una serie que no pasa desapercibida. Según reveló el actor James Mardsen, a pesar de lo difícil que fue completar la primera temporada, ya están definidas las cinco más que vienen, tal y como le gusta al visionario J. J. Abrams, uno de los productores ejecutivos de la serie.Dos experimentados guionistas lideran el proyecto, Jonathan Nolan y Lisa Joy. Nolan escribió a cuatro manos los tremendos guiones de The Dark Knight y de Interstellar con su hermano Christopher, quien dirigió ambas. Joy por su parte creó la irreverente Pushing Daisies, un éxito de culto. El proyecto es ambicioso desde una historia sombría que sugiere una gran cantidad de enigmas y de retos visuales. Por lo que se ha visto hasta ahora, ha respondido y muchos críticos ya la consideran televisión imperdible. La secuencia introductoria sirve de muestra con el registro de los laboratorios de ciencia ficción en los que nacen esos humanoides perfectos y su correspondencia con la impecable recreación del Oeste.Le puede interesar: ‘Westworld‘, ¿el nuevo ‘Game of Thrones‘?Pero por más increíble que luzca una producción, sin grandes actores es difícil darle vuelo. Y Westworld tiene su cuota. Sir Anthony Hopkins le da vida a Robert Ford, el cerebro de la operación, el hombre-dios que crea seres artificiales pero inteligentes al servicio de la fantasía, y piensa que en el siglo XIII hubiera muerto por brujería en la hoguera. Ed Harris interpreta al caballero negro de la serie, un huésped macabro obsesionado con llevar el juego hasta las últimas consecuencias que despliega los matices más crueles e intrigantes. Poco a poco, la trama revela que algunos de los robots comienzan a tener conciencia de su triste destino en regresiones, recuerdos o sueños, como la dulce y bella rubia Dolores, interpretada por Evan Rachel Wood, o la meretriz principal, interpretada por Thandie Newton, lo que hace pensar en una revolución. Todo es conjetura y, como suele suceder en las series de impacto, millones de espectadores ya formulan sus teorías.