Poco después de concluir la grabación de su undécimo álbum 'Abbey Road', el 10 de abril de 1970, Los Beatles se separaron para siempre, el mundo lloró su pérdida y todos señalaron a Yoko Ono como la manzana de la discordia. No hay 'beatlemaniaco' que se precie de serlo y no guarde cierto resentimiento hacia la artista japonesa. Sin embargo, cuarenta años después del fin del fin del "viaje mágico y misterioso" del cuarteto de Liverpool, Paul McCartney salió en su defensa y desmintió este mito en una entrevista que le dio a la cadena Al Jazeera en inglés, adelantada por el diario británico The Observer. "Ella ciertamente no rompió el grupo. No creo que puedas culparla a ella de nada", afirma el cantante, de 70 años, que asegura que John Lennon iba a dejar la banda de todos modos. Además, McCartney asegura que Lennon nunca hubiera escrito 'Imagine' si no hubiera sido por la influencia de Yoko Ono. "Cuando apareció Yoko, parte de su atractivo fue su parte más vanguardista, su visión de los cosas. Ella le enseñó una forma diferente de ser, que le resultaba muy atractiva. Por eso, era el momento de John para irse", agrega. El cuarteto de Liverpool, que grabó hace 50 años su primer sencillo Love Me Do, se disolvió en 1970 luego de 13 álbumes y sus integrantes empezaron exitosas carreras en solitario. John Lennon fue asesinado en 1980 por un fanático y George Harrison murió en el 2001 víctima de un cáncer mientras que Paul McCartney y Ringo Starr continúan en la música.