El aclamado boxeador Muhammad Ali, estaba escuchando cómo un hombre amenazaba con lanzarse desde la ventana de un noveno piso en los Ángeles, California (Estados Unidos) en 1981.De inmediato Ali corrió entre la multitud que gritaba su nombre, subió por las escaleras, llegó al piso donde estaba el hombre y en la repisa de la ventana lloró con él y le dijo: “Eres mi hermano. Te amo y no te mentiría. Tienes que escuchar. Quiero que vuelvas a casa conmigo“.Después de 20 minutos, el hombre de 21 años de edad, de Michigan, fue grabado por CBS News diciéndole al tres veces campeón de peso pesado del mundo, que nadie lo quería: "¿Por qué se preocupan por mí? No soy nadie“.Pero Ali convenció al hombre de que bajara, lo llevó a una comisaría de policía en su Rolls-Royce y fue con él a un hospital psiquiátrico. además, se quedó con él durante su estadía en el centro médico para que le quedara claro de que su vida valía la pena.El boxeador dijo en ese entonces a los medios locales que cuando el joven lo vio llorando no podía creer que se preocupara de esa manera por su vida. Entonces Alí le aseguró:"Si saltas, te vas al infierno porque no hay manera de que te arrepientas".
Después, el campeón de boxeo se comprometió a ayudar al joven para que pudiera estudiar, para que pudiera encontrar un trabajo y también dijo que le compraría algo de ropa: "Voy a visitarlo todos los días al hospital. Luego voy a ir a casa con él para que se encuentre con su madre y su padre. Le llamaron nadie, así que voy a casa con él. Voy a caminar las calles con él y van a ver que es grande“.Ali murió el viernes pasado en la noche a sus 74 años en un hospital de las afueras de Phoenix, Arizona. Falleció después de una batalla de 32 años con la enfermedad de Parkinson.El seguidor de Malom X, será recordado por sus destacadas victorias sobre Sonny Liston, George Foreman, Joe Frazier y Leon Spinks, así como su medalla de oro en los Juegos Olímpicos de 1960 en Roma.El presidente Barack Obama estaba entre los que rinden homenaje al boxeador, agradeciéndole por “ haber adornando nuestro tiempo“.