El 3 de septiembre María Belén Moreno no solamente perdió el control del vehículo que conducía por una carretera entre la vía Guayllabamba–Quito. Esa madrugada perdió el rumbo de su vida. Ella, una médica de 28 años, pasó a ser una de las diez personas más buscadas de la provincia de Pichincha, junto con asesinos, traficantes de droga y extorsionistas, por cuenta del trágico accidente de tránsito en el que murió Doménica Ortiz Navarro, una joven de 20 años.La prensa ecuatoriana registró: “Una camioneta impactó el automóvil de la universitaria. Los agentes que auxiliaron a la chica no encontraron a la persona que manejaba la camioneta, pero sí sus documentos: la cédula, la licencia y una tarjeta de débito. Así lograron identificarla: María Belén, de 26 años”. Desde ese momento, el accidente persigue a María Belén en cualquier lugar del mundo. En medios de comunicación y redes sociales es tachada como una médica que dejó morir a la joven, que se dio a la fuga y que iba en estado de alicoramiento y exceso de velocidad.“Cada vez que me levanto siento miedo, siento presión y persecución", aseguró María Belén, que después de cinco meses del accidente da su versión de los hechos. Habló con Semana.com y denunció que su caso judicial está plagado de irregularidades y hostigamientos. Huyó a Colombia porque su abogado de ese momento, Edmundo Naranjo, le recomendó que saliera del país porque en Ecuador no iba a lograr un juicio justo. Es así como, aterrorizada, llegó hace tres meses a Bogotá. Está acompañada de su esposo pero incomunicada con el resto de su familia y lo único que pide son garantías para ser procesada.Sin embargo, su estadía está a punto de desatar una tensión diplomática con Ecuador, que desde que descubrió que salió del país, expidió circular roja de Interpol, una solicitud de detención internacional para quienes son buscados con fines de extradición. Pero a ella no le extrañó ya que la víctima del accidente que provocó era la sobrina de la Viceministra de Justicia de ese país, Karla Benítez Izurieta."No logran entender que fue un accidente de tránsito, no salí, no lo busqué, son cosas desafortunadas que le pueden pasar a cualquiera, yo por mi profesión velo por la vida de la gente, pero en ningún momento busqué hacer daño. Entiendo que están con dolor pero dañarme de esa manera, mi imagen mi profesión, dañaron mi vida”. Ella es perseguida públicamente con una versión de los hechos que ella rebate con argumentos y pruebas. Incluso señala que muchas de las cosas que se dicen en los medios no están ni siquiera en el expediente. Es por ello, que sin dar detalles de su paradero por temor, decidió dar la cara a las cámaras y contar su historia.  Después de la medianoche salió de una reunión de la empresa junto con su compañero de talento humano; los seguía su jefe y otro compañero. “Ibamos en carretera, en una subida, cuando al pasar un puente el timón me jaló hacia la izquierda. Alcancé a ver las luces del carro blanco cuando impactamos, sentí dolor intenso en mi boca, en el estómago, no llevaba cinturón”.Recuerda que estaba aturdida por el choque, no paraba de llorar y no se le pasó por la cabeza que en medio de la dramática escena hubiera quedado alguien sin vida. Los detalles de lo que pasó en ese momento, los tiene por lo que su jefe declaró ante la justicia. Él explicó -continúa su relato- que vio a dos personas inconscientes, que eran la joven del vehículo blanco y el muchacho de recursos humanos. Al acercarse al carro y ver a María Belén golpeada la ayudó a salir, llamó al 911, a su familia y la llevó a la clínica para que le dieran atención médica. Una cuarta persona se quedó en el lugar de los hechos.“Fui atendida, me hicieron exámenes, tomografías, radiografías; había perdido varios dientes, los de arriba me los rompí. Como era la madrugada no había cirujano maxilofacial y el dolor era muy intenso; horas después pudimos ver al médico que constató que tenía una fractura en la mandíbula, que perdí varios dientes e iniciamos el tratamiento”.El primero en comparecer ante las autoridades fue su padre como dueño del vehículo, y luego ella fue llamada a interrogatorio al cual se presentó a dar su versión. Niega que haya ido en exceso de velocidad o con tragos.María Belén lleva tres meses viviendo en Colombia; tomó la decisión de salir de su país por la recomendación del abogado, quien también comenzó a ser presionado con reportes ante el colegio de abogados de Ecuador. Sin embargo, al mediodía del domingo 29 de enero, cuando salía en bicicleta con su esposo, varios agentes de la Dijín y de la Interpol la interceptaron al frente del hospital de Suba, le leyeron la circular roja y la llevaron detenida a la Estación de Policía de Los Mártires.Este amenenazaba con ser el final de su tranquilidad; usualmente el trámite de extradición puede tardar hasta seis meses. Y ya había sido notificada de su traslado a la cárcel El Buen Pastor donde esperaría su envío.Sin embargo, una decisión de habeas corpus del Consejo de Estado, resuelta en su favor, acaba de darle un nuevo respiro. Previa firma de un compromiso de no salir del país y de presentarse cada semana en Interpol, el magistrado Hugo Bastidas ordenó su libertad inmediata. Puede leer: “No hay que satanizar el enfoque de género”: Rama JudicialBastidas en su decisión recoge la misma información que María Belén insiste ante la justicia. Asegura que no se puede pasar por alto que ella asegura que no existen garantías para ser juzgada con imparcialidad en la República del Ecuador, pues la muerte culposa (en accidente de tránsito) ocurrió frente a un pariente de un alto dignatario de Ecuador.Para el magistrado, es claro que hay una situación de indefensión que obliga a que la sala unitaria dicte una decisión con enfoque de género que ayude a superar ese estado y permitir que conserve su libertad hasta tanto el Estado colombiano agote el procedimiento de definir si hay lugar a la extradición a territorio ecuatoriano. “En Colombia, por regla, general, el delito culposo se puede investigar con la libertad del sindicado”, dice.Tan inusual como este trámite de extradición, es la intervención del Consejo de Estado en un proceso de este tipo. Sin embargo, el juez asegura que “existe la duda razonable” de si el delito de homicidio culposo da lugar a la extradición, con base en el acuerdo de cooperación entre los dos países. Y como podría generarse un “perjuicio irremediable” ordena que salga de la Estación.En Ecuador, la decisión del magistrado Bastidas despertó una reacción de indignación y rechazo en las redes sociales de los familiares y amigos de la joven víctima. Reclaman justicia y garantías procesales. La misma justicia que también reclama María Belén, quien quiere resolver su situación compareciendo en un juicio sin manipulación: "Que la familia entienda y acepte mis disculpas”.