Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), 418 millones de niños, niñas y adolescentes reciben alimentación en sus colegios, gracias al desarrollo de políticas públicas diseñadas por los gobiernos para contribuir a superar la malnutrición y la deserción escolar en todo el mundo.
En Colombia, el Programa de Alimentación Escolar (PAE) se alinea con dicho propósito, beneficiando actualmente, mediante complementos alimentarios, a 5.9 millones de estudiantes en todo el país, lo que corresponde, de acuerdo con el Ministerio de Educación Nacional, al 76% de los registrados en las instituciones oficiales a través del Sistema de Matriculas Estudiantil- SIMAT.
Con alrededor de 900.000 raciones de alimentos entregadas diariamente, el PAE de Bogotá es el más grande del país, reconocido además por ser un referente que al integrar las capacidades de distintos actores ha logrado fortalecer, cada vez más, su cobertura. Un ejemplo de ello es el convenio entre Compensar y el Distrito, que inició en la alcaldía de Luis Eduardo Garzón y se ha mantenido, ininterrumpidamente, durante seis administraciones distritales.
La alianza que empezó en el 2004 con 5.200 servicios diarios en tres comedores escolares, cuando la campaña “Bogotá sin hambre” era una prioridad para la Alcaldía Mayor. Ahora es una operación robusta que contempla 214 comedores en los que se sirven 309.000 raciones de comida cada día, en colegios públicos ubicados en las 20 localidades de la ciudad, incluyendo Sumapaz, donde operan 23 comedores rurales; resultado de una relación intersectorial que ha venido aportando de manera activa a la seguridad alimentaria y nutricional a gran escala en Bogotá.
“Es una muestra de que los sectores público y privado podemos trabajar armoniosamente con una visión conjunta que trasciende diferencias de cualquier orden, poniendo por encima el hecho de servirle a la ciudad para mejorar la calidad de vida de los bogotanos”, aseguró Óscar Mario Ruiz, director de la Unidad de Bienestar y Desarrollo Social de Compensar.
Tres modalidades al servicio de la ciudad
Detrás de los alimentos que llegan a la mesa de cerca de 310.000 alumnos, beneficiados por medio del convenio entre el Distrito y Compensar, quien opera al 100% el Servicio Integral de Desayunos y Almuerzos Escolares (SIDAE), hay una cadena logística que cuenta con una interventoría permanente en cada una de sus etapas, para que las raciones se entreguen en condiciones óptimas de calidad, a través de tres modalidades: comida caliente, preparada directamente en los comedores de las instituciones; comida caliente transportada, procesada en algunos colegios y en una planta satélite para luego ser distribuida hacia las sedes que no cuentan con comedor escolares; y complementos reforzados, alimentos complementarios que representan el 30% del aporte calórico que requieren los estudiantes.
Precisamente, para lograr la preparación masiva de desayunos y almuerzos en sitio, fue necesario el desarrollo de una infraestructura que inició con la construcción de tres comedores en el 2004, diez años más tarde eran 74 y actualmente son 214. Además de participar en la construcción de algunos de estos espacios, acorde con lo priorizado por la Secretaría de Educación del Distrito (SED), Compensar ha apoyado el diseño de pruebas piloto como lo es el modelo de cocinas móviles que opera en algunas instituciones educativas.
En ese proceso, la organización también acompañó a la Secretaría de Educación Distrital en la adecuación de 23 comedores escolares rurales, ubicados en la localidad de Sumapaz, dotados para atender las necesidades y dinámicas propias del territorio. En palabras del directivo de Compensar, “ha sido un reto porque allí hay zonas donde ni siquiera se contaba con agua potable, lo que ha significado esfuerzos adicionales, como por ejemplo llevar botellones para preparar los alimentos”, agregó.
Con respecto a la comida caliente transportada, modalidad implementada hace once años, ha sido uno de los hitos más representativos del convenio entre Compensar y el Distrito, en la medida que ha permitido ampliar la cobertura del servicio, asegurando la alimentación para niños, niñas y adolescentes que no cuentan con un comedor en su sede educativa. Una iniciativa que ha cogido más fuerza desde que Compensar inauguró en el 2023 una planta satélite en la que se producen cerca de 14.000 raciones diarias para beneficiar a estudiantes de 40 colegios públicos.
Así las cosas, bajo las tres líneas de servicio se entregan 309.000 raciones de comida diarias, distribuidas en 221.000 desayunos y almuerzos, 65.000 almuerzos transportados y 23.000 complementos reforzados, en más de 450 sedes educativas.
El programa es complementado con un componente pedagógico enfocado en promover la sana alimentación y fortalecer hábitos de vida saludables en estudiantes, padres de familia y docentes, a través de actividades lúdicas y espacios formativos diseñados para cada uno de los ciclos educativos, con el fin de proporcionar una oferta integral que apoye el crecimiento y desarrollo de los estudiantes.
“Otro de los componentes clave del programa ha sido la calidad, lo que lo convierte en el único del país en contar con la certificación ISO versión 2015 en gestión de convenios en el marco de programas de alimentación escolar y desarrollo social en la modalidad operada por Compensar”, aseguró Ruiz.
Apoyo a la economía local
El trabajo articulado de dos décadas entre Compensar y el Distrito ha trascendido la operación de la modalidad de comida caliente en el PAE, para convertirse en una alianza que ha dinamizado el desarrollo de Bogotá y la región desde distintos frentes, no solo en función de mejorar la seguridad alimentaria de la niñez y adolescencia, sino de generar empleo y fortalecer la economía local, a través de compras inclusivas que abastecen la cadena de suministro.
En la prestación del Servicio Integral de Desayunos y Almuerzos Escolares (SIDAE) se generan más de 3.200 empleo directos y 800 adicionales desde la red de proveeduría. Adicionalmente, a través del convenio se impulsa la economía local, logrando que cerca del 23% de las compras provengan directamente de pequeños productores de Bogotá y municipios de Cundinamarca como Caparrapí, La Palma y Yacopí, quienes proveen plátanos, panela, café y otros productos que pasan del campo a la mesa de los colegios públicos de la capital.
Lo anterior se ha establecido como una dinámica virtuosa que hace la diferencia para núcleos de asociaciones de 10 a 12 familias que se dedican a la actividad agrícola, pues el PAE no solo contribuye a que sus unidades productivas crezcan y sean sostenibles, sino que dicha relación representa para el programa precios sustentables y una capacidad de compra con anticipación.
“Este programa nos ha permitido, desde distintas ópticas, sacar lo mejor de los diferentes actores involucrados, con un gran objetivo en común: aportar al bienestar integral de los niños, niñas y sus familias; por eso seguiremos honrando esa confianza que nos han otorgado, poniendo toda nuestra experiencia al servicio de quienes, desde ya, son el futuro de nuestro país”, concluyó Óscar Mario Ruiz, director de la Unidad de Bienestar y Desarrollo Social de Compensar.
*Contenido elaborado con apoyo de Compensar