“La sostenibilidad está en nuestro ADN”, dice con orgullo Ernesto Fajardo, presidente de Alpina, compañía que el año pasado redujo 23 por ciento su huella de carbono, apostándole así a un ambiente de bienestar en el que la empresa, además de trabajar por el entorno natural, genera un impacto positivo en las comunidades. Esta reducción –que equivale al CO2 que absorben más de un millón de árboles en un año– fue posible gracias a una inversión en proyectos ambientales durante los últimos diez años, que alcanzó los 29.000 millones de pesos. Los recursos se han destinado a plantas de tratamiento de agua, tecnologías eficientes, implementación de energías renovables, mejoras y mantenimiento de fábricas y centros de distribución, además de optimización de la flota de transporte. Con proyectos como la instalación de una planta de biogás, la compañía suplió el 33 por ciento de la energía consumida en su planta de Sopó y disminuyó 9,5 por ciento en el consumo de energía de toda la compañía, lo que equivale al consumo de energía eléctrica de todo el municipio de Sopó durante 14 meses. Además, tiene un plan para aprovechar y disponer de manera adecuada todos los residuos que genera; esto ha permitido el aprovechamiento del 92 por ciento del total de residuos. Por otro lado, gracias al ecodiseño y a la reincorporación de material en los envases y empaques, Alpina redujo 3.000 toneladas de material. De acuerdo con el último Informe de Sostenibilidad, auditado por la firma EY, la compañía avanzó en la articulación y ejecución de proyectos que buscan aportar al alcance de 13 de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, mediante la innovación, inclusión social, progreso en el campo y aumento tanto de la competitividad como de la productividad en las regiones. Cuestión de compromiso Alpina se encuentra en el proceso de construir una cadena de abastecimiento equitativa. Con su modelo de asociatividad ha trabajado de la mano de 70 asociaciones ganaderas en cinco regiones del país, logrando que 2.965 pequeñas fincas puedan proveerles leche y, a su vez, que los ganaderos mejoren sus prácticas y procesos para ser más productivos. En cuanto a la fruta necesaria para la producción, apoya a 246 medianos agricultores de Antioquia, Cauca, Cundinamarca, Caldas y Risaralda. Y como la nutrición es uno de los pilares de la compañía, reforzó su alianza con instituciones como Abaco para promover la donación de alimentos en buen estado a diferentes poblaciones en condiciones de vulnerabilidad en el país. Para los próximos años, precisó Ernesto Fajardo, la organización seguirá trabajando por nutrir un mundo más sostenible. “Cada vez nos estamos poniendo retos mayores, más exigentes y para eso esperamos seguir contando con el respaldo de todos los que nos han hecho ser lo que somos”.