Para darse una idea de la dimensión del problema de deforestación en la Amazonia colombiana bastan las cifras. Durante 2017 se registró un récord: cada día se talaron 400 hectáreas de bosque, es como si cada hora se cortara el equivalente a 15 canchas de fútbol. En ese año se perdieron en total 144.147 hectáreas de bosque, el doble respecto a 2016.

El gobierno colombiano, a través del Ministerio de Ambiente, puso en marcha el programa Visión Amazonia por medio del cual desarrolla proyectos con las comunidades locales promoviendo modelos de desarrollo local libres de deforestación, esquemas de pago por servicios ambientales, créditos con incentivos a la conservación para proyectos productivos, entre otros. Además, cuenta con el Sistema de Monitoreo de Bosques y Carbono, que permite conocer en detalle cuánto, cuándo y dónde se está deforestando para redireccionar el trabajo con las comunidades, principal aliado en esta lucha.

Este trabajo se viene realizando con el apoyo financiero internacional de los gobiernos de Alemania, Noruega y Reino Unido, un grupo conocido como “GNU”, que durante la COP25 de Madrid en 2019 firmaron una Declaración Conjunta de Intención (DCI) y se comprometieron a apoyar los esfuerzos de Colombia para reducir la deforestación y promover el desarrollo sostenible. Los más de 85 millones de dólares a favor de Visión Amazonia se desembolsan bajo un esquema de pago por resultados y son ejecutados a través del Banco de Desarrollo (KfW) de Alemania. Además, cuenta con la asistencia técnica de la cooperación alemana para el desarrollo GIZ, que a su vez implementa junto con MinAmbiente el programa ProBosques, que busca mejorar el manejo forestal sostenible en la Amazonia.

En diciembre de 2020, Alemania anunció un nuevo impulso de 20 millones de euros a Visión Amazonia para continuar la lucha contra la deforestación de la mano de las comunidades que allí habitan.

Por los bosques

La cooperación alemana para el desarrollo GIZ implementa, junto con el MinAmbiente, el programa ProBosques, que busca mejorar el manejo forestal en la Amazonia. Recientemente se realizó Expobosques, una feria en la que participó KAHAI, una empresa dedicada a la producción, transformación y comercialización de productos derivados del árbol de Cacay como alternativa para el desarrollo económico sostenible. A partir de la compra del fruto, genera ingresos a más de 200 familias, cuenta con más de 650 hectáreas de plantaciones propias y exporta sus productos a más de 12 países.

*Contenido elaborado con el apoyo de la Embajada de Alemania