Aunque los colombianos nunca han sido fervientes clientes de la renta de vehículos, salvo cuando están de turismo o negocios en otros países, hoy Colombia tiene más de 10.000 automotores para alquilar a corto plazo y más de 45.000 para largo plazo, entre los cuales se suman unos 1.500 automotores eléctricos e híbridos disponibles por horas (estilo carsharing) y hasta por más de un año, según calcula la Asociación de Renting de Colombia (Asorenting).
Este panorama muestra que los modos de uso se han expandido y han ayudado a diversificar el mercado y a tocar la puerta de unos sectores que hoy se sienten beneficiados con esta figura, especialmente la de largo plazo, que permite hacer uso de los activos desde 36 hasta 48 meses e incluso hay contratos que permiten los 60 meses. Una alternativa muy atractiva para el segmento corporativo, pues le permite conformar sus flotas.
Sebastián Hurtado, presidente de la Junta Directiva de Asorenting, enfatiza que el renting es un tipo de servicio que tiene el potencial de impactar muchos sectores, desde el de hidrocarburos y explotación minera, hasta el productivo de consumo masivo o cualquiera que necesite equipos o vehículos para aumentar su producción y agilizar su trabajo, sin comprometer grandes capitales.
“Este mercado venía marchando paulatinamente bien, antes de la pandemia, cuando se tenía un gran número de clientes entre personas naturales que buscaban su carro para desplazarse en la semana o por un mes, y las empresas del corte de Nutresa, Bavaria, Bimbo, Alquería y hasta el Grupo Éxito, por citar solo algunas, que firmaban contratos para tener flotas de camiones gruesas y a largo plazo”, precisa Hurtado.
El tiempo de confinamiento y la recuperación económica le permitieron al sector consolidar, el año pasado, ventas netas por 1,1 billones de pesos, para este 2022 espera superar los 2 billones de pesos, lo cual marcará el inicio de la reactivación de la industria.
Lo cierto es que en este 2022, con el arranque del turismo y el repunte de la actividad empresarial, el camino se muestra mucho más favorable. “La buena experiencia obtenida por las empresas que ya han contratado el servicio de renting de flotas puede influir de cara a un crecimiento sostenido de este mercado”, subraya Hurtado.
Movilidad más sostenible
El interés de la industria por responder a las necesidades de sostenibilidad ambiental ha hecho que sus flotas se acojan a este modelo. Por eso, las empresas de renting, además de disponer de vehículos que garantizan una movilidad sostenible, les ofrecen a sus consumidores un menor costo frente a la compra de un vehículo nuevo. La clave de este modelo es que el conductor final, una vez concretado el contrato de alquiler, solo se debe preocupar por el combustible.
Renting Colombia, una de las empresas más grandes y significativas de este sector (filial de Bancolombia), con más de 40.000 modelos dispuestos para rentar en todos los segmentos (livianos, utilitarios y pesados), le ha venido apostando a brindar alternativas de movilidad sostenible a sus usuarios. La meta para 2022 es tener un portafolio con 1.000 vehículos eléctricos disponibles. Esta característica se vuelve llamativa para las empresas que buscan operaciones más ecológicas.
“Somos el parque automotor más grande y moderno del país, que promueve la movilidad limpia, con bajas emisiones. Más del 10 por ciento de nuestra flota, entre vehículos eléctricos, híbridos y a gas, es sostenible”, asegura Carlos Augusto Garcés, gerente general de Renting Colombia.
No obstante, según Garcés, dentro del avance del primer semestre, con corte a junio, mientras todo el sector viene creciendo a un ritmo de 11,5 por ciento con respecto al mismo periodo de 2021, Renting Colombia tuvo un aumento del 30 por ciento. “Esto demuestra que, en medio de la escasez y abastecimiento de ciertas marcas automotrices y atrasos en las entregas, el mercado continúa mostrando una dinámica positiva de crecimiento”.
Ventajas coyunturales
La subida del dólar y la escasez de microcomponentes han hecho que adquirir un vehículo nuevo sea más costoso y demorado. A eso se suma el hecho de que los usuarios de carros particulares, que por lo general usan sus vehículos 25 por ciento del día, hayan disminuido su interés por invertir en activos que tienden a desvalorizarse y a representar gastos anexos como impuestos, seguros y mantenimientos.
De acuerdo con Asorenting, esta coyuntura ha hecho que los usuarios empiecen a ver con buenos ojos el mercado del alquiler de automóviles y de camionetas a corto y largo plazo. Y aunque el costo de la renta de carros no está regulado en Colombia, las 15 empresas que ofrecen este servicio lo calculan teniendo en cuenta el valor total del vehículo, el kilometraje que se hace durante el tiempo del contrato y el tiempo de arrendamiento.
“El beneficio es que no se asumen los gastos de tener un vehículo, y al no tener un activo de este tipo a su nombre, no hay que declarar renta por él”, concluye Felipe Ferreira, gerente general de Renting Automayor.
Los beneficios
Cuando se trata de contratos a largo plazo, el cliente natural o corporativo puede hacer uso de automotores sin ningún compromiso de compra, y con ello no solo mejora su flujo de caja, sino que, además, puede contar con una flotilla actualizada, el cambio de equipos cuando se haga necesario, la tercerización del manejo de la flota y la eliminación de la carga administrativa. “El cliente tiene la posibilidad de tomar una decisión de inversión al final del contrato; también puede reemplazar el equipo por uno mejor o más nuevo, comprarlo o simplemente devolverlo”, asegura Felipe Ferreira, gerente general de Renting Automayor.
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