Durante los últimos 15 años, Colombia se ha puesto en la tarea de avanzar en una normatividad que permita mejorar la gestión de residuos. Hacia 2010, según explicó Erik Jiménez, mentor en emprendimiento significativo y experto en el tema, se consolidó un marco normativo referente en la región. “A partir de allí se desarrolló el sector de aprovechamiento notablemente, pero aún hay muchos desafíos pendientes”, aseguró.

El gran reto del país hoy tiene que ver con los residuos peligrosos, que en muchos casos están llegando a celdas de seguridad. “Realmente son huecos en la tierra con una geomembrana plástica que forman pasivos ambientales. El precio de esa disposición es más barato que aprovecharlo o mandarlo a rellenos sanitarios. De hecho, a veces la gente prefiere mezclar cualquier tipo de residuos y hacerlos pasar como peligrosos. Hace falta mucho control por parte de las entidades”, advirtió Jiménez.

Esta dinámica no debe continuar. Un ejemplo de cómo se ha logrado poner freno a esta situación es lo que ocurrió con la agremiación más grande de construcción en Chile. “Hace cinco años nos llamaron para que les contáramos lo que estaba pasando en nuestro país. Les hablamos de cómo se pueden aprovechar los residuos de madera, de concreto y de ladrillo, no únicamente el cobre y aluminio, que es más fácil. Entonces el sector privado decidió invertir varios millones de dólares en startups enfocadas en aprovechamiento, capaces de montar plantas de tratamiento de última generación. Eso aún no ocurre en Colombia”, contó el experto.

Otro factor importante es la educación. No hay educación sobre el manejo de residuos en los colegios y en las universidades para que los profesionales tengan claro el potencial tan enorme que tienen los desechos. “Todos los residuos tienen valor. Y eso lo saben en los países nórdicos, por ejemplo, en donde sus ratios de aprovechamiento son del ciento por ciento, porque siempre han vivido con pocos recursos y han tenido que encontrar esos recursos en los residuos. Es un gran hallazgo: los residuos son realmente recursos, hay que saber aprovecharlos”, agregó Jiménez.

Nueva alianza

Por todo esto resulta tan importante consolidar más iniciativas educativas en todo el país y generar nuevas alianzas. Precisamente, Acoplásticos y Punto Azul van a firmar una alianza inédita en temas de aprovechamiento de residuos, posconsumo y economía circular.

“Le estamos apostando a la sostenibilidad a través de varias líneas de acción que nos permitan abordar el reto de la economía circular de una manera integral y permanente, la sensibilización y educación de los consumidores son temas en común con nuestro aliado Punto Azul, con el que vamos a unir esfuerzos para dar un sentido diferente a la sostenibilidad”, señaló Daniel Mitchel, presidente de Acoplásticos.

El programa, que se denominará ConSentido, iniciará en San Andrés con jornadas educativas, limpieza en playas y la inauguración de Ecoisla, el primer centro de acopio de residuos peligrosos de la isla.