Una de las inversiones más importantes en los hogares colombianos, después de la vivienda familiar, es el vehículo. Incluso frases como “dime en qué auto andas y te diré quien eres” se ha vuelto muy común, pero lo cierto del caso es que más que un lujo se ha convertido en un elemento de gran importancia en la movilidad individual, más si se tiene en cuenta que el servicio de transporte masivo no responde con las necesidades y expectativas de los usuarios.
Es evidente que tras la pandemia el sector automotor ha tenido que enfrentar un desabastecimiento y que el precio de los vehículos usados está por las nubes (ha aumentado un 15,22 por ciento, aproximadamente), se da por la crisis mundial en la cadena logística de transporte y la falta de insumos necesarios en los procesos de fabricación y ensamblaje, pero además por la inflación (11 por ciento) y la depreciación del peso colombiano.
De igual manera, el sector de las autoportes, que hace parte de la cadena de suministros, se ha visto fuertemente golpeado, lo que ha generado un caldo de cultivo para los amigos de lo ajeno, que han puesto su mirada e interés en el parque automotor, algo que se ve respaldado con las cifras, que según la Secretaría de Seguridad de Bogotá, ya supera las 2.000 unidades hurtadas en lo que va corrido del año.
Para Carlo Andrés Pineda, presidente ejecutivo de Asopartes, si bien “la cadena logística internacional ha tenido un proceso fuerte de reactivación, la pandemia afectó los costos de piezas de reparación de colisión y de piezas preventivas y correctivas, un tema transversal en el mundo. Antes de la crisis sanitaria el sistema logístico en Colombia era bastante bueno y eficiente, con un clúster de ventas de repuestos grande. Pero tuvimos una afectación de suministros, especialmente de Asia, y una subida de fletes ante la no disposición de los contenedores, lo que disparó los valores de la cadena logística entre un 500 y 600 por ciento, a lo que se sumó los paros y el cierre del Puerto de Buenaventura. Si bien ya empezamos a ver una mejor disposición de productos, los precios no han bajado y no lo van a hacer, por el efecto del dólar y la situación geopolítica del país. La comercialización de los productos, que son necesarios para las aseguradoras, se ha visto afectada en un 30 por ciento de su valor y eso afecta a toda la cadena”.
Frente a este panorama, Fasecolda (Federación de Aseguradores Colombianos) afirma que si bien ha subido sus primas en un 9 por ciento en 2022, considera que se ha generado una descompensación en los valores asegurados, por lo que se hace pertinente actualizar el monto, hecho que evitará la pérdida de valor del automotor, en caso de pérdida total por hurto o por daños.
Según María Gimena Rodríguez, vicepresidenta Comercial de HDI Seguros, “en cuanto a este tema, y frente a la actualización de valores que recientemente hizo Fasecolda al precio de los usados en la ‘Guía de Valores’, herramienta utilizada por las aseguradoras al momento de la venta del seguro de automóvil y el pago de la indemnización, resulta muy importante que el usuario actualice el monto asegurado de su vehículo, pues de no hacerlo, la indemnización que recibiría sería mucho menor a lo que hoy vale su carro. En el caso nuestro, y poniéndonos en los zapatos de los clientes, hemos acudido a la estrategia de informarles sobre esta variación, dándoles la oportunidad de actualizar voluntariamente el valor asegurado de sus vehículos, facilitando este proceso con medios de pago flexibles para acompañarlos y ayudarlos a que tengan completamente protegidos sus patrimonios familiares y de trabajo”.
Es importante tener en cuenta que cuando una persona paga una prima le está transfiriendo el riesgo a las aseguradoras y que las mismas se cobran en función del riesgo, aspecto que por los efectos de la inseguridad y la siniestralidad, ha ido en aumento.
Además, otro aspecto que incide es la ‘edad’ y, en ese sentido, como lo afirma Oliverio García, presidente de Andemos, “el promedio del parque automotor en el país es de 17,5 años y buena parte de la movilidad se hace por medio de vehículos viejos, lo que impacta la industria de los seguros”.