El sistema nervioso central de los negocios está ubicado en la oficina de los CMO, porque es en ellos que recae la estrategia de mercadeo de las compañías. Este rol, que pasó de estar en un segundo plano a ser parte fundamental de la operación, evoluciona al ritmo del mercado y se mide en términos de conversión, es decir, de clientes cautivados.
Para la docente de Marketing de la IU Digital de Antioquia, Juanita Estrada Plata, hoy el consumidor está más conectado, es exigente y se preocupa por aspectos sociales y culturales. “Las marcas que lo comprenden y se adaptan a esas particularidades tienden a alcanzar un mejor desempeño y a construir relaciones duraderas y sólidas con los consumidores”, aseguró.
Consultamos a los CMO de algunas de las empresas más importantes del país para conocer cuáles son los desafíos que hoy enfrentan.
Álvaro de Luna,vicepresidente de Marketing de Bavaria
“Con la pandemia aprendimos mucho, sobre todo en lo que tiene que ver con la entrada al hogar. Nos dimos cuenta de la importancia del entretenimiento y del consumo en casa, y por eso tratamos de llegar con productos que tienen un propósito. Eso es algo que los consumidores valoran. Por ejemplo, hace poco lanzamos nuestra Budweizer en botella retornable para estar en línea con las tendencias de sostenibilidad. La idea es poner herramientas de análisis para identificar estos hábitos que nos permiten estar más cerca del cliente y adaptarlas a las marcas”.
Gabriela Tovar, gerentede Marketing Regional de Agencia de Seguros Falabella
“El principal objetivo del mercadeo es entender y conocer a los clientes. Para lograrlo es importante no solo una definición demográfica o segmentación clásica, sino contar con un perfilamiento que destaque sus principales necesidades y desafíos, porque solo de esta forma podremos mostrarnos como una marca cercana y relevante, sobre todo en una realidad donde existe una saturación de marcas y contenidos que buscan la atención de los clientes”.
Aldo Vidal,Chief Marketing Officer de WOM
“Si hablamos en términos de tecnología, los operadores de servicios de telecomunicaciones nos enfrentamos a una exigencia enorme de parte de los clientes en cuanto a capacidad y velocidad. Además, las aplicaciones son mucho más exigentes y esto es un desafío. Y si hablamos de los consumidores, hemos tenido que aprender mucho en términos de servicio, porque en herramientas como el NPS (Net Promoter Score), que mide la satisfacción del cliente, las telecomunicaciones marcan solo dos puntos, el indicador más bajo entre otros sectores. Y allí está nuestro gran desafío, el cual solo se puede superar mejorando el servicio y la atención al usuario en un segmento que es muy exigente, porque es 24 horas al día, siete días a la semana”.
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