Aunque Colombia es reconocida a nivel mundial por la calidad de su café, otros países de la región también son dignos representantes del grano. En ese grupo sobresale Costa Rica, que hoy le apuesta a fortalecer su industria para que el mundo tenga la oportunidad de degustar una tasa de altísima calidad.
La historia de Costa Rica y el café data de más de 200 años, y aunque su producción y venta fue durante décadas un importante motor económico, otros productos del agro como el banano y la piña tomaron mayor relevancia y se apropiaron de las exportaciones. A la fecha, según la Promotora de Comercio Exterior de ese país, en el primer cuatrimestre del 2023 el café fue el quinto producto más exportado, sin embargo, su participación solo representó el 2 por ciento sobre el total.
Aún así, la Organización Internacional del Café señala que el precio promedio de exportación del café costarricense es el segundo más alto del mundo, solo superado por Kenia. Y la razón de ese comportamiento es la calidad. Hoy, los productores del país, en su mayoría propietarios de pequeñas fincas cafeteras, se enfocan en los granos premium y en lograr cafés especiales. Para ellos, la clave está en la calidad, no en la cantidad.
Y de esta misma manera lo han entendido importantes marcas internacionales que ven en el café costarricense una interesante oportunidad para dar a conocer el grano a través de experiencias culturales a otro nivel.
El Costa Rica Marriott Hotel Hacienda Belén es muestra de ello. Ubicado en lo que antiguamente era una finca productora de café, este hotel exalta el valor cultural, gastronómico y económico del grano. Los visitantes encuentran en sus instalaciones piezas de arte históricas donadas por las familias productoras de café de la zona, habitaciones temáticas y un menú inigualable donde este fruto es el protagonista.
Fernando Valladares, Guest Experience Supervisor de Costa Rica Marriott Hotel Hacienda Belén, afirmó que este hotel atrae visitantes de todo el mundo que quieren vivir de primera mano la experiencia del café. De hecho, en sus instalaciones las personas tienen la oportunidad de conocer las plantas de café gracias a que la propiedad cuenta con un cultivo que, en época de cosecha, produce una variedad especial única que solo se comercializa en el hotel. También pueden participar en catas de café y aprender la manera tradicional de hacer la bebida.
A su apuesta por exaltar el café se suma una oferta inmejorable de amenidades que convierten a este hotel en un destino en sí mismo. Piscinas climatizadas, salones de eventos, campo de golf, restaurantes, zonas verdes y la compañía de distintas especies de aves que se ven a simple vista, son algunos de los valores agregados que ofrece este sitio.
Vivir la experiencia del café también es posible en Hacienda Alsacia, la única en su tipo propiedad de la multinacional Starbucks. En este lugar, a un par de minutos de San José, la capital del país, los visitantes pueden hacer recorridos guiados por los cultivos, conocer el proceso de producción, aprender sobre la historia del café en la región y participar en catas privadas. Allí también está la que probablemente es la mejor tienda Starbucks.
Con una vista orientada a los cultivos de café donde nace una cascada de agua pura, y más hacia el fondo la ciudad, en este café se vive una experiencia 360 de lo que significa el café para los ticos.
La economía de Costa Rica nació con el café, y con este fruto una cultura que hace parte del patrimonio de los ticos, una herencia invaluable que hoy exalta lo mejor de este país.