Como país tenemos el reto de lograr que los hogares puedan hacer más turismo, que conozcan la oferta y los atractivos que ofrece un destino como Colombia. En ese propósito, el turismo social impulsado por las cajas de compensación ha sido decisivo. Estas organizaciones son grandes coequiperas en el desarrollo de una infraestructura óptima y de la excelencia en el servicio. Gracias a esa labor se han acercado opciones de calidad a trabajadores y hogares de menores ingresos.

En promedio, el 85 por ciento de las personas que hacen uso de los centros vacacionales de las cajas son categoría A y B; la categoría A son familias con ingresos hasta de dos salarios mínimos, que representan cerca del 60 por ciento, y la categoría B, que es hasta cuatro salarios mínimos, equivale al 25 por ciento.

Según el Sistema de Información Hotelero de Cotelco, asociación que también representa alojamientos de los centros vacacionales de las cajas de compensación, entre enero y abril de 2023 el turismo social mantuvo una tasa de ocupación de 54,89 por ciento, 0,11 puntos porcentuales arriba de lo logrado en igual periodo de 2022.

Ahora bien, en los primeros cuatro meses del año este mismo tipo de turismo estuvo por debajo de la tasa de ocupación general en 4 puntos porcentuales, y se ubicó en 58,84 por ciento. Este comparativo evidencia que las familias que se benefician de los centros vacacionales de las cajas ahora no tienen las mismas posibilidades económicas de otros sectores sociales.

Política de incentivos

Dentro del plan sectorial de turismo de este Gobierno existe el concepto de ‘democratización del turismo’. Este, enhorabuena, podría ser aprovechado como eje conceptual para estimular la capacidad de consumo de los hogares colombianos, entendiendo que cerca del 45 por ciento de los hogares que usan servicios de alojamiento tienen menos de 2 millones de pesos de ingresos mensuales. Aquí, el objetivo es que cada día más colombianos aporten al desarrollo del país a través de las actividades que ofrece el sector.

Es por este motivo que es importante seguir apoyando el desarrollo de la infraestructura para el turismo social, consolidando a las cajas de compensación como protagonistas. Pero, también, dándoles un impulso a estas organizaciones para que desarrollen buenas prácticas y sigan el ejemplo de países de la Ocde e, incluso, países vecinos que ya manejan una política de IVA diferencial para los servicios de alojamiento y hospedaje.

En Colombia vimos aumentos en ese impuesto de 0 a 19 por ciento sin medir sus consecuencias, sin dar el debate técnico para lograr una gradualidad o un mensaje que ponga al turismo a cumplir un papel protagónico en la economía, si se tiene en cuenta que además el IVA es un impuesto regresivo y suma a la pérdida de capacidad de consumo por inflación y altas tasas de interés.

*Presidente ejecutivo de Cotelco