En un contexto de grandes retos ambientales, sociales y económicos, las empresas juegan un papel clave para la estructuración de nuevos modelos de negocio que estén más conectados con el entorno y alineados con el bienestar, la diversidad, la inclusión, la transparencia y la equidad. Es decir, que con su gestión impacten de manera positiva a la sociedad.
Guillermo Tejeiro, director de Ambiente y Negocios Sostenibles y de ASG e Impacto en Brigard Urrutia, explica que los inversionistas tienen interés por las utilidades de una empresa, pero también “analizan muy bien los propósitos específicos del negocio y los cambios estructurales que pueden generar en el medioambiente y la sociedad”. Es decir, los negocios hoy no se conciben solamente desde el punto de vista de las utilidades sino en función de su impacto ambiental, social y de gestión del riesgo.
En todo lo anterior, los trabajadores y el derecho laboral juegan un papel fundamental en el cumplimiento de los criterios ASG, porque son los primeros que están afectados por la actividad empresarial. “Muchos trabajadores quieren tener un trabajo que tenga un propósito real, ir más allá de cumplir sus expectativas económicas y profesionales, saber que con su trabajo están contribuyendo a construir un mundo mejor”, comenta Catalina Santos, socia de los equipos Laboral / ASG e Impacto de esta misma firma de abogados.
Adicionalmente, -agrega Santos- “los trabajadores han sido catalizadores de movimientos sociales que han llevado a las empresas a implementar políticas de cero tolerancia. Movimientos como #Metoo y #Blacklivesmatters llevaron a las empresas a incluir reglas sobre el comportamiento que se espera de directivos y trabajadores”.
En este sentido, existen grandes retos para los empleadores, no sólo en el diseño de sus políticas de atracción y retención de talento, sino además en políticas que regulen el comportamiento de los directivos y trabajadores.
“Por ejemplo -dice Santos-, las empresas deben revisar todas sus políticas en materia laboral para garantizar el cumplimiento de los criterios ASG. Entre ellas, políticas de diversidad e inclusión, de equidad de género, de seguridad y salud en el trabajo, de trabajo a distancia, para evitar conductas de acoso laboral y el respeto por el derecho de asociación sindical”.
Entonces, ¿qué papel juegan las empresas en el respeto a los derechos humanos y el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible? En 2011, Naciones Unidas aprobó los Principios Rectores sobre Empresas y Derechos Humanos, que contienen el primer marco a nivel mundial para fomentar el respeto de los derechos humanos en las empresas. En 2015, Naciones Unidas involucró aún más a las empresas al vincularlas como actor en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
“La implementación de criterios ASG y sus sistemas de medición permite involucrar a las empresas en el cumplimiento de los ODS”, afirma Santos, quien agrega que en ese proceso de adoptar los criterios ASG es clave contar con la asesoría legal de firmas como Brigard Urrutia, que cuentan con una amplia experiencia asesorando y acompañando a las compañías en este propósito.
*Contenido elaborado con el apoyo de Brigard Urrutia.