Cada año, 41 millones de personas fallecen debido a complicaciones asociadas a enfermedades crónicas no transmisibles como el cáncer o la diabetes. En la prevención y un diagnóstico temprano están las claves para que esta cifra disminuya. Exámenes como el chequeo ejecutivo permiten ambas cosas, por eso su popularidad ha crecido no solo entre los altos ejecutivos, sino ciudadanos del común. El Hospital San Vicente Fundación Rionegro es una de las entidades especializadas en este tipo de procedimientos.
Simón Trujillo Montoya, médico internista de la institución, precisó que a través de este procedimiento se realiza una revisión médica personalizada y completa del estado general de salud. “Esto también se respalda con ayudas diagnósticas, de laboratorio e imágenes con el objetivo de detectar, de manera temprana, factores de riesgo o enfermedades que no se han manifestado y que a futuro pueden afectar la salud o calidad de vida del paciente”, señaló el especialista.
Desde 2019 esta institución, ubicada en la subregión oriente del departamento de Antioquia, presta este servicio. Durante este tiempo ha realizado 500 chequeos ejecutivos, de los cuales el 70 por ciento han sido a extranjeros. En 2023 fueron cerca de 200 pacientes, y semanalmente atiende entre tres y cinco personas.
¿Qué incluye el chequeo?
Un chequeo ejecutivo dura entre seis y ocho horas. El paciente debe presentarse en ayunas para practicarse exámenes de laboratorio. Posteriormente, se realizan ayudas diagnósticas imagenológicas como radiografía de tórax, ecografías, tomografías o resonancias, según el tipo de chequeo solicitado. La siguiente fase es una evaluación cardiovascular con pruebas de esfuerzo y ecocardiogramas, y tamizajes para diferentes tipos de cáncer. Según Trujillo Montoya, esta parte del chequeo es muy importante porque las enfermedades cardiovasculares y el cáncer son dos de las principales causas de muerte en el mundo.
La recomendación es realizar el chequeo ejecutivo a partir de los 40 años. No obstante, cualquier persona puede hacerlo si se tienen en cuenta antecedentes médicos y familiares.
“Lo que más se detecta en estos chequeos son factores de riesgo cardiovasculares, es decir, enfermedades que no hacen muchas manifestaciones sintomáticas. Por ejemplo, la hipertensión arterial, que es silenciosa y solo se detecta tomando la tensión. También sobresalen los problemas de colesterol, que usualmente no dan síntomas, de sobrepeso, obesidad y azúcar”, concluyó Trujillo Montoya.
*Contenido elaborado con apoyo del Hospital San Vicente Fundación Rionegro