El rol del sector de la construcción ha sido relevante para la economía colombiana, y más en los últimos años, en los que los esfuerzos estuvieron enfocados en la reactivación tras la pandemia. De acuerdo con Sandra Forero, presidenta ejecutiva de Camacol, las proyecciones y el comportamiento de la industria ratifican su capacidad para crear empleo, dinamizar la economía y generar bienestar para los colombianos por medio de la vivienda.
En ese marco, precisamente, Amarilo, reconocida por Merco como la constructora con mejor reputación del sector, continúa aportando al crecimiento y desarrollo del país e impulsando a más colombianos para que cumplan su sueño de tener vivienda digna. Hoy, tras 29 años de existencia, la constructora ha acompañado a 113.000 familias, que ahora cuentan con vivienda propia.
“En Amarilo tenemos la firme convicción de ser agentes de cambio. Nuestro propósito es aportar al desarrollo y competitividad de las ciudades, a través de la creación de espacios que ofrecen el equilibrio perfecto entre el diseño, la comodidad y el bienestar de todo un desarrollo sostenible”, explica Roberto Moreno, presidente de la compañía.
El gran sello de ese propósito ha sido el desarrollo urbano organizado y la construcción de comunidades mediante el concepto ‘Ciudad dentro de la ciudad’, que busca promover lugares con acceso integral a todo lo necesario: no solo vivienda, sino, además, comercio, entretenimiento, urbanismos generosos y acceso a servicios complementarios, como salud y educación.
“Somos conscientes de que nuestro trabajo va más allá de construir proyectos urbanísticos. Por eso nos concentramos también en ser generadores de cultura ciudadana, impulsores de desarrollo y aliados del mejoramiento de las condiciones de vida de los colombianos. Queremos ser un agente de cambio que aporta al progreso del país, y por esto trabajamos en una estrategia de sostenibilidad integral que genera impactos positivos a nivel económico, social y ambiental en nuestro entorno”, agrega Moreno.
Ejemplo de eso es la inversión por parte de la compañía en iniciativas sociales, que en 2021 ascendió a 12.267 millones de pesos. Esto permitió avanzar en proyectos de beneficios comunitarios, escuelas de gestores, proyectos sociales y culturales, donaciones voluntarias y el Programa de Acompañamiento Social (PAS), cuyo objetivo es formar comunidades sostenibles y capaces de autogestionar sus necesidades.
“Para seguir consolidándonos como una empresa que deja huella y trasciende, seguiremos apostándole a transformar las regiones con urbanismos de calidad y construyendo comunidades empoderadas. Nuestro principal objetivo es transformar positivamente la vida de las familias colombianas a través de una mejor calidad de vida y la generación de bienestar con nuestros proyectos”, concluye el presidente de Amarilo.
En cifras
Los datos del Programa de Acompañamiento Social en 2021 de Amarilo:
- $1.067 millones de inversión
- 13.618 familias impactadas
- 54.472 usuarios del programa
- 7 agrupaciones sociales
- Capacitaciones en temas de seguridad, medioambiente, proyectos sociales, deportivos, culturales y emprendimiento
*Contenido elaborado con apoyo de Amarilo
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