Durante los últimos años, el ecosistema Fintech colombiano se ha consolidado como uno de los más sólidos de la región, ¿cuál ha sido la clave?

GABRIEL SANTOS: Colombia es el tercer ecosistema Fintech más importante en América Latina. Es difícil identificar cuál es el origen de lo que ocurrió, pero hay varios indicios. Lo primero es desde el punto de vista regulatorio. Lo segundo, que quizás no es tan bueno, pero que ha ayudado a que el ecosistema sea lo que es hoy, es que tenemos un sector financiero que no atiende al ciento por ciento de la población. Y por último, el talento. En Colombia pasó un tema interesantísimo de innovación justo cuando hubo un flujo de inversiones globales altísimo, teníamos jóvenes de todas partes del país pensando en cosas disruptivas e innovadoras y eso ayudó a que hubiera un crecimiento exponencial.

Gabriel Santos, presidente ejecutivo de Colombia FinTech | Foto: Valentina Perez

Ese tercer punto es interesante, porque se estima que más del 90 por ciento del ecosistema Fintech en el país está compuesto por empresas colombianas …

G.S.: Es muy interesante. No solo Colombia se ha vuelto un buen receptor de innovación en algunos segmentos del ecosistema, sino que se ha vuelto muy creativo y ha logrado consolidar un ecosistema local propio con ideas y talento colombianos, apalancados por capital global. Yo creo que se debe a esos dos buenos momentos que mencioné: el primero, cuando en 2018 hubo un flujo de inversiones inmenso, y el segundo a una generación de colombianos altamente innovadores y dispuestos a hacer las cosas de una forma distinta.

Este ecosistema ha tenido un claro impacto en la inclusión financiera de los colombianos, ¿es una preocupación esencial para las empresas de este mercado?

G.S.: Uno de los temas más bonitos es que el éxito del ecosistema Fintech de Colombia está estrechamente ligado a la inclusión financiera. El desarrollo inicial del ecosistema se da precisamente por la necesidad de tener formas distintas de ofrecer servicios financieros a los colombianos más vulnerables. Muchas veces esa base de personas desatendidas no necesariamente puede ser recibida por la banca tradicional, pues suelen tener perfiles de riesgo altísimos. Pero las estructuras ligeras del ecosistema Fintech pueden asumir más riesgos, llegar a más sitios y ofrecerles servicios a quienes hoy no los están recibiendo. El ecosistema crece en la medida que saquemos gente de esas brechas de desigualdad en sectores financieros.

¿Cuáles son los retos para la industria en el corto plazo?

G.S.: Hay unos desafíos clarísimos en materia de regulación, que ya otros países vivieron. El mundo está cambiando cada vez más, vemos la capacidad de computar datos y de conseguirlos. Eso está cambiando la forma en la que nos relacionamos. Colombia está empezando a transitar en el camino a un Sistema de Pagos Interoperable y a un sistema de datos abiertos (Open Data). En esto la regulación es absolutamente esencial para la subsistencia de millones de colombianos que utilizan estos servicios financieros disruptivos.