En la industria y el hogar se usan a diario aparatos electrónicos y eléctricos que facilitan un sinfín de tareas y labores. Sin embargo, una vez cumplen su vida útil son depositados en los basureros, lo cual se está convirtiendo en un problema ambiental y de salud pública debido a las sustancias peligrosas que contienen como mercurio, plomo, arsénico, fósforo, además de aceites y gases peligrosos.

Por eso la importancia de la labor de organizaciones como EcoCómputo, que desde 2012 gestiona en Colombia los Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE), especialmente computadores y periféricos, con la idea de reducir la problemática de la basura electrónica que es desechada en calles, parques, bosques y ríos.

“Nuestra tarea es generar conciencia ambiental y prevenir la generación de más RAEE. Para eso, abrimos espacios de gestión que permiten a las personas y gremios tener un consumo responsable de estos aparatos, prolongando su vida útil y reutilizándolos cuando sea posible”, explicó Edgar Fernando Erazo, director ejecutivo de EcoCómputo.

Edgar Fernando Erazo | Foto: Cortesía Ecocomputo

Toneladas de residuos cada año

Colombia es el cuarto país del continente que más produce residuos electrónicos, generando en promedio 200.000 toneladas al año. En 2021 se generaron alrededor de unas 198.000 toneladas de residuos y se prevé que para 2026 sean 220.000 toneladas, con una tasa de crecimiento anual alrededor del 2 por ciento, según el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible

“Esta es una problemática en la que todos tenemos alguna responsabilidad y en la que debemos actuar. Desde EcoCómputo hemos logrado gestionar alrededor de unas 22 mil toneladas de residuos, recogido alrededor de 4,6 millones de unidades de dispositivos electrónicos y logrado reacondicionar más de 1.700.000 unidades de estos dispositivos de manejo especial y diferenciado, pero aún falta más”, agregó Erazo.

Para 2023 la meta es gestionar adecuadamente 2.200 toneladas de residuos, lo que equivale a unos 650.000 dispositivos, máquinas, equipos o accesorios menos en los rellenos sanitarios. La apuesta es reutilizar y reacondicionar estos aparatos para producir nuevos equipos aplicando el modelo de economía circular.

“Junto con el Ministerio de Ambiente desarrollamos un proyecto enfocado en la separación y manejo adecuado de plásticos bromados que se encuentran en dichos residuos, identificando que el 80 por ciento de los plásticos de los residuos tecnológicos son susceptibles de ser aprovechados por la industria”, precisó Erazo.

Si bien no todo es reciclable, cerca del 97 por ciento de los materiales pueden ser recuperados y reutilizados, lo cual permite obtener beneficios como ahorro de dinero en los nuevos procesos de producción, cuidado del medioambiente, reducción en la cantidad de residuos generados y fomento de una economía que se abastece de los residuos.

Ampliación del espectro

Desde el año 2010 el país ha buscado implementar y consolidar políticas relacionadas con la gestión ambientalmente segura de los residuos tecnológicos. Precisamente, la Política Nacional para la Gestión Integral de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE) recoge los principios, objetivos, componentes y acciones que estableció la Ley 1672 de 2013, con el fin de mejorar el comportamiento de la sociedad con respecto a estos elementos y así poder lograr un consumo responsable, en lugar de solo comprar, usar y desechar.

Adicionalmente, a partir del primero de enero de este año entró en vigor la resolución 0851 de 2022, que amplió el espectro de gestión sobre estos desechos, estableciendo tres grandes categorías:

1. Aparatos electrodomésticos, con 10 subcategorías y 102 partidas arancelarias.

2. Electrónica y equipos de comunicaciones (en la que EcoCómputo se encuentra actualmente), con sus 10 subcategorías y 71 partidas arancelarias.

3. Maquinaria y equipo eléctrico, con 13 subcategorías y 66 partidas arancelarias.

“Esta norma incrementa el potencial de recolección. En unos años esperamos recoger entre 6 y 8 mil toneladas de residuos y a partir de 2032 el 65 por ciento de lo que se pone en el mercado. Por supuesto, no es una tarea fácil, pero resulta más costo-eficiente hacer una gestión ambientalmente segura qué recuperar el daño ambiental que se genera por el mal manejo de este tipo de residuos”, agregó Erazo.

Esta norma pone a Colombia a la vanguardia de América Latina y el Caribe y le apuesta a ser referente en el manejo de estos residuos. No obstante, la participación de toda la cadena de valor es la clave para alcanzar las metas.

“En EcoCómputo contamos con 347 puntos de recolección permanente en el país, ubicados en centros comerciales, establecimientos de comercio, edificios institucionales, universidades, entre otros. Desarrollamos más de 95 jornadas de recolección al año y con las empresas programamos la recolección desde nuestra página web o a través de campañas con los gremios de la producción para que las entidades públicas y privadas entreguen sus residuos”, puntualizó Erazo.