Los números, en ciertos momentos, hablan por sí solos. Si bien en los últimos años las redes de telecomunicaciones se han expandido en Latinoamérica, los estudios más recientes de la GSMA, una organización que reúne a más de 750 operadores de telefonía y telefonía móvil en el mundo, estiman que de los 600 millones de personas que viven en la región, 45 millones se encuentran fuera de la cobertura de internet e incluso casi 225 millones que sí tienen acceso no lo ven pertinente y nunca lo han incorporado a sus actividades productivas. Es decir, un tercio de la población no hace parte de la sociedad digital.
Frente a esta realidad, José Juan Haro, director de Negocio Mayorista y Asuntos Públicos de Telefónica Hispanoamérica, uno de los invitados al segundo Encuentro por la Inclusión Digital, en Bogotá, se pregunta: ¿Cómo hacer para cerrar esa brecha y poder hablar de conectividad total?
El desafío es grande, y más sí se tiene en cuenta, como él lo afirmó, que “la sociedad del futuro es digital y aquel que no esté conectado quedará excluido, algo que no nos podemos permitir”.
Con más de 20 años en el sector de las telecomunicaciones, Haro tiene muy claro el papel que juega una empresa como Telefónica Movistar: “Con nuestro trabajo transformamos la vida de las personas por medio de la conectividad y nuestro deber es generar sostenibilidad, sirviendo a los pobladores de las zonas urbanas y rurales de la región”.
Pero para lograrlo es consciente de que hay que actuar de la mejor manera, “identificando los problemas que impiden esa conexión y así superar esa brecha digital”. Países como Colombia afrontan problemas particulares como el acceso en zonas rurales por la topografía, además de una baja densidad poblacional, pues no es lo mismo instalar una estación base en Bogotá, que hacerlo en un pueblo con escasos habitantes o poca capacidad adquisitiva.
El ejecutivo añade que para cerrar la brecha de conectividad en las zonas rurales y lograr una inclusión digital efectiva, es necesario evolucionar el modelo tradicional. Esto significa incentivar la colaboración y alianzas, promover modelos de compartición de infraestructura, así como contribuir en la sostenibilidad financiera del sector telco, que es la base de la conectividad. Para ello se necesita establecer un marco regulatorio adecuado y nuevas políticas públicas para conseguir que la industria sea sostenible.
“Pero más allá del tendido de las redes de telecomunicaciones, la principal desventaja y reto está en el capital humano y en nuestra capacidad de construir habilidades y hacer más accesibles los contenidos y servicios digitales”, explicó.
En ese sentido, Andrés Cardó, vicepresidente del Grupo Educativo Proeduca, del cual hace parte la Universidad Internacional de la Rioja (Unir), destacó la alianza con Telefónica Movistar. “Trabajamos en el mismo espacio: nosotros estamos en el tema de la enseñanza superior online y somos nativos digitales. Como se pudo ver en este encuentro, muchas veces el problema no es la falta de redes, sino que la tecnología no se está usando porque no existen las destrezas y porque nadie ha formado a los usuarios”.
Los grandes retos
Haro resaltó la importancia del trabajo articulado entre los gobiernos y la empresa privada. “El Gobierno nacional busca que el 85 por ciento de colombianos estén conectados y eso es un esfuerzo bastante grande. Para que esto sea posible y las redes puedan desarrollarse, no solamente es importante las políticas públicas, es imprescindible que haya operadores fortalecidos con suficiente sostenibilidad y que puedan realizar las inversiones”, advirtió.
Reconoce que se han empezado a dar pasos en buena dirección, pues en 2023 se tomó la decisión valiente de cambiar la política de espectro y esto permitió que la licitación de 5G fuera un éxito y también que las renovaciones que se utilizan para otras tecnologías móviles de 3G y 4G se pudieran realizar y con precios más razonables, liberando recursos financieros para el desarrollo de las redes. “Pero no hay que olvidarse de que en este mismo sector, en los tres últimos años, se han presentado diversas discusiones sobre la sostenibilidad financiera de algunos operadores”, alertó.
Al respecto, el directivo expresó que para alcanzar esos objetivos se hace esencial abrir espacios para tener una conversación entre lo público y lo privado. “A partir de la conversación público-privada es importante realizar cambios y reformar las políticas públicas. Se pretendían sumas que los operadores no podían pagar por el espectro y a la fecha de hoy se mantienen impuestos que solo graban al sector, medidas que son regresivas y afectan a los colombianos que en la actualidad no están conectados. Hacer cambios en la dirección correcta no es sencillo y son decisiones que hay que pensar y reflexionar con mucho cuidado”.
*Contenido elaborado con el apoyo de Telefónica Movistar.