Una de las enseñanzas que la pandemia por covid-19 deja al país es la necesidad de que haya más médicos especialistas para la atención de pacientes con patologías específicas, en especial cuando las denominadas enfermedades de base pueden resultar comorbilidades que agravan los riesgos contra la vida.

Por eso, universidades como la Simón Bolívar ampliaron a 10 su oferta de especialidades médico quirúrgicas. Los nuevos programas de cardiología y anestesiología se suman a otros ocho: Neurología, Medicina Interna, Pediatría, Psiquiatría, Nefrología, Medicina Crítica y Cuidados Intensivos, Ginecología y Obstetricia, y Cirugía Plástica, Reconstructiva y Estética.

“Cuando se tiene un hilo conductor entre la necesidad de la población y el recurso capacitado para resolverla, creamos pertinencia social”, asegura Miguel Urina Triana, director de la especialización en Cardiología, la primera que ofrece una universidad en la región caribe colombiana.

Uno de los retos para Colombia es disminuir la brecha entre su número de habitantes y la cantidad de médicos especialistas. Hasta hace cinco años, los datos del Observatorio Laboral para la Educación y la Sociedad Colombiana de Anestesiología y Reanimación (Scare) mostraban respectivamente que había un cardiólogo por cada 184.000 personas y un anestesiólogo por cada 22.000 habitantes.

En un artículo de investigación de 2017, publicado en la biblioteca digital del Ministerio de Salud, sus autores indicaron que la densidad de médicos por cada 10.000 habitantes era inferior a países de la Unión Europea, inclusive por debajo de Brasil y Chile.

“La población va creciendo y necesitamos médicos competentes ante la sociedad, las instituciones y el paciente”, complementa Hernando Correa Sánchez, director de la especialización en Anestesiología.

La especialización en Cardiología de Unisimón es la primera que ofrece una universidad en la región Caribe de Colombia. | Foto: Cortesía

Especialistas: cada vez más requeridos

Las especialidades médicas son más requeridas por la diversificación que ha ido teniendo la medicina, a partir de los avances que se han dado con la nanotecnología y la inteligencia artificial, entre otros.

La utilidad del anestesiólogo ya no es solo en los quirófanos. También se requiere en las IPS donde se practican procedimientos bajo sedación en pacientes ambulatorios, como endoscopias, resonancias magnéticas, TAC, radioterapia en niños.

“En Barranquilla se están efectuando cada vez más cirugías para trasplantes de órganos sólidos, lo que hace necesario la subespecialidad como tal, además de cirugías con especialidades específicas como cardiovascular, neurocirugía y dolor, entre otras”, explica el doctor Correa Sánchez.

Con la cardiología, su pertinencia la reflejan las cifras de la Organización Mundial de la Salud sobre las enfermedades cardiovasculares: son la principal causa de muerte en el mundo y al año fallece más gente por este que por cualquier otro motivo.

Urina indica que la mala atención de enfermos coronarios puede provocar que padezcan insuficiencia cardiaca, “que es mortal y un 50 por ciento pierde la vida en el primer año”. Y destaca dos aspectos de la especialización de Unisimón: uno, que en la región Caribe la enfermedad cardiovascular es la principal causa de mortalidad y morbilidad en personas mayores de 45 años; y dos, el respaldo de más de 15 años del Centro de Investigaciones Cardiodiagnóstico S.A., grupo de investigación de Unisimón y uno de los mejor evaluados y más reconocidos de su área en el país.

“El modelo de esta especialidad es el de una cardiología preventiva, donde los médicos tengan como fundamento hacer medicina para evitar el desarrollo de enfermedades”.

Admisiones anuales

El Ministerio de Educación otorgó a la Universidad Simón Bolívar las resoluciones 020525 y 020526 del 28 de octubre de 2020, con las que concedió los respectivos registros calificados a las especializaciones en Cardiología y Anestesiología, en la modalidad presencial y con vigencia de 7 años.

Las resoluciones, firmadas por el viceministro de Educación Superior, Luis Fernando Pérez, indican que los registros fueron dados por la acreditación de alta calidad de Unisimón y los conceptos del Sistema de Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior (Saces) y la sala de evaluación de Salud y Bienestar de la Comisión Nacional Intersectorial de Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior (Conaces).

Los dos programas admitirán residentes con una periodicidad anual. Anestesiología tiene una duración de tres años y admitirá ocho residentes, mientras que Cardiología requiere de dos años de estudio y tendrá cuatro cupos.